Desequilibrados: Argentinos 3 - 1 Vélez

El equilibrio de este Vélez no es el mismo de antes. Y no se trata de un equilibrio anímico, sino de recursos para mantenerse de pie en cuanto un puñado de factores altera su normal funcionamiento. Contra Argentinos, Gareca se vio obligado a preservar a algunos titulares de cara al inminente e importante choque en Colombia, y esa circunstancia se sumó en el campo de juego con que muchos protagonistas se vieron lejos de su mejor nivel. También pesó la falta de ritmo de los determinantes Zapata y Burrito, opacados en sus retornos tras sendas lesiones. Se extrañó, sobre todo, esa gran cuota de concentración que esta nueva realidad requiere a la hora de tomar marcas o centrarse en la precisión para hilar juego.

Ya con eso Vélez tenía suficiente como para no pasarla bien en la tarde de La Paternal. Así y todo, hubo momentos interesantes y resultó muy injusto terminar el primer tiempo abajo en el marcador. Pero al cóctel se le sumó el ingrediente de la actuación del juez y la suerte quedó definitivamente echada. Abal ignoró penales para el Fortín, no midió con la misma vara las faltas de uno y otro equipo y echó al clave Barovero por un muy discutible último recurso. Claro, no es lo mismo toparse con un arbitraje así con este equipo y con el del semestre pasado. Jugando bien o mal, como en casi todo el segundo tiempo frente al Bicho. Que lo agradezca Boca. A nosotros se nos terminó el idilio: las fichas seguirán puestas en el plano continental. Y lo que suceda contra el puntero la próxima semana ya pasará por el lado del orgullo y no de la lucha por el título.

Antes vendrá lo vital. El martes comenzará a escribirse una nueva página de la ilusión Sudamericana. Al fin y al cabo, el campeonato se perdió para el Fortín entre sus erráticas primeras fechas y la regularidad de Boca. No era sano afrontar una recta final con un plantel corto y sin siquiera un pequeño margen de error. Eso sí, en la Copa, no se puede perdonar.

Por Marisa Pontieri (TyC Sports).