Desde la Platea Norte: Copa de leche

Hay dos cosas en la vida que uno tiene que saber: primero, que los gatos no se comen. Segundo, que las copas de leche no se festejan.

Hay que aprender de River, Boca, San Lorenzo, Independiente y Racing, que no cuentan la Copa Ibarguren, ni la Copa Competencia, ni la Copa de Oro, ni la Copa Escobar, ni la Copa Río de la Plata, ni la Copa Eva Perón, ni la Copa Suecia, ni la Copa George VI, ni las pre-Libertadores, etc. Ah, ¿las cuentan? Mirá vos.

Con 4 ex Boca de arranque, el partido no podía no ser así: todos tirados atrás, pidiendo la hora desde el minuto ’10, con Cubero expulsado, safando por un penal, reventándole la pelota al único delantero, con todos adentro de nuestro área. La bosterización de Vélez al palo.

En resumen, el partido fue así: Vélez empezó bien, Pratto hizo el gol, DIO5 salvó el empate, Sosa tapó el penal, los rosarinos tiraron un montón de sombreritos y centros y pases a la nada, Pitana no les amonestó a nadie, Gago se aburrió y pidió el cambio, los morfafelinos siguieron haciendo pases intrascendentes, fin del partido. Antes y después, Martino lloriqueó un rato (dijo que el premio era distinto para los dos equipos y no tuvo en cuenta que el último campeón tiene la ventaja de estar en su mejor momento por haber ganado ahora, mientras que el del año anterior no), pero como buen discípulo de Bielsa, pecheó en la final. Párrafo aparte para el boludo que organizó la entrega de premios de cara a la platea techada, que estaba más vacía que vitrina de copas internacionales de San Lorenzo.

Durante todo eso, Razzotti en el medio tuvo menos recuperación que el Chucky con Coppolecchia, Copete y Sabia fueron clave en la victoria (alentaron un montón), el gordo Pratto se recibió de defensor, DIO5 hizo la gran “Suárez en el Uruguay-Ghana del Mundial 2010” salvando un gol a costa de ser expulsado, Ferreyra laguneó todo el partido y pecheó cuando quedó mano a mano con Guzmán en una contra, estuvo más lento que Cuevana los viernes a la noche, e Insúa deambuló perdido por el medio, más desorientado que tuerto en película en 3D, tirando tacos y centros a nadie.

Lo importante fue sumar una estrella más, el 15º título. Ah, datito final: Bíttolo usa la 15. ¿Coincidencia? ¿O es el destino pidiendo que siga el sucesor de Papa? Nunca lo sabremos.

Aclaración: esta nota es realizada por un personaje de Twitter que quiere traer humor al sitio web. El autor y el sitio web no opinan lo mismo que el personaje.

@PlateaNorteCAVS