Sin recambio, los mismos once

Generalmente, aquel entrenador que encuentra los once jugadores para salir de memoria en cada partido, se encuentra realmente satisfecho porque, con la suma de minutos dentro del campo de juego, las líneas se ajustan de mejor manera y los intérpretes van conociéndose más entre sí.

En Vélez Sarsfield, si no sucede nada extraño, José Oscar Flores pondrá ante Tigre por la primera fecha del Torneo Final, el mismo equipo que derrotó a Arsenal de Sarandí y nos coronó como el primer campeón del año en el fútbol argentino.

Todos sabemos que este semestre, mucho menos longevo que lo normal a causa del Mundial, tendrá al primer equipo de Liniers jugando minimamente 25 partidos en muy poco tiempo. Es ahí cuando comienzan los imponderables. Las expulsiones, las lesiones (que tanto nos tuvieron a mal traer el pasado 2013), el cansancio lógico por tener poco descanso y la suma de tarjetas amarillas.

A que viene todo esto se preguntarán. A que salvo los primeros partidos, la formación no podrá repetirse a lo largo del semestre. ¿Después de la estrella lograda contra el siempre difícil equipo por Gustavo Alfaro hace falta que la recuerde? Para los desprevenidos: Sosa; Cubero, Tobio, Dominguez, Papa; Allione, Romero, Canteros, Cabral; Pratto, Zárate.

En caso de no poder repetirse, ahí llegarán los problemas para el novato y flamante entrenador de nuestro querido Fortín. ¿Porqué? Porque no hay recambio. Con las idas de Federico Insúa y Francisco Cerro, todas las líneas quedaron huérfanas de jugadores con experiencia.

De atrás para adelante. Alan Aguerre, arquero con mucha proyección, admirador de Chilavert y fanático de Vélez, pero con muy poco rodaje en primera. En la zaga central el nombre que resalta es el de Facundo Cardozo, quién a priori, y por suerte, parece estar por encima de Juan Sabia en la consideración del Turu. El juvenil categoría 95 demostró tener gran juego aéreo y una gran personalidad para ubicarse en el campo de juego, pero tán solo tiene 6 partidos en la primera división. Lo mismo ocurre con los laterales (Pérez Acuña, Rolón, Medaglia y Piovi) que no cuentan en su haber con un par de partidos seguidos en el primer equipo. En el mediocampo solo es distinto en la zona central, la de recuperación, donde se encuentra Leandro Desábato, recientemente recuperado de una lesión. Sin embargo, si algún volante externo no pudiera jugar algún partido, Flores deberá recurrir a juveniles con menos experiencia que los anteriormente mencionados. El caso de la delantera parece ser más alentador porque, a pesar de las idas de Copete y Rescaldani, en Ramiro Cáseres se descubrió  a un jugador hábil, guapo y encarador que con sus 5 goles a los equipos rosarinos abre un abanico de ilusiones muy grandes en caso de que alguno de los dos tanques se pierdan algun cotejo.

Obviamente todo este análisis desistirá de validez en el caso de que algún jugador se incorpore a las filas del equipo dirigidido por El Turu Flores y secundado por el Coio Almandoz. Nicolás Otamendi y Franco Vázquez son los nombres que en las últimas horas sonaron para reforzar el plantel. Dos jugadores con mucha jerarquía y con roce europeo, que en caso de arreglar, serán titulares y ahí sí se podrá observar un banco de suplentes con jugadores de mayor renombre.

Al tratarse de dos jugadores de tal envergadura sus llegadas son difíciles y el mercado cierra el jueves próximo. En caso de que no puedan arribar, José Oscar "El Turu" Flores deberá darle rodaje a los pibes de inferiores. Aquellos pibes, como alguna vez fue él, que tantas alegrías nos dieron a los fortineros.

Por Nahuel Manuale.