Intentar en un espacio reducido

Es complicado iniciar un análisis profundo del juego de Vélez Sarsfield, cuando hay poco para destacar. Quizá en todas las columnas hechas por mi persona marcaban la falta de ideas, la individualidad de algunos jugadores, la falta de ritmo de otros y a esto le sumamos un equipo rival tirado en su arco rival, cerrándose bien en su arco buscando los pelotazos a los dos grandote de arriba.

En este año 2012, y pueden constatar leyendo otras columnas mías, dije que Martínez no tiene un nivel acorde para ser titular del Fortín, no encuentra su juego, no encuentra espacios y tiene la mirada puesta en un solo objetivo, el arco. Cuando se tiene que dar cuenta que tiene 9 jugadores más a quien pasarle la pelota. Un partido para el olvido para el Burrito Martínez.

Otra de las cosas que no entiendo en este Vélez, es la posición de Emiliano Papa con respecto a los años anteriores. Todos los hinchas de Vélez lo conocemos y sabemos que Papa es un hombre que vive constantemente en el ataque. Hoy su rol es distinto, ya que se reprime en varias oportunidades y la cantidad de veces que asume su rol ofensivo es escasa, como en otras oportunidades.

Disculpen si soy hiriente, pero Cubero no puede ser más el capitán fortinero y mucho menos un jugador titular. Hay algo insólito que estoy viendo, y parece que es una nueva manía del Poroto, y es no saber sacar un lateral. De los pases, mejor ni hablemos.

En confuso lo que propone Vélez en cancha, carece de ideas, hay una falta de agresividad enorme a la hora de atacar y, sobre todo, esa forma de girar la pelota constantemente de un lado hacia el otro sin un destino marcado y, en varias oportunidades, un toque innecesario hacen, no solo perder la paciencia y terminar tirando pelotazos a Óbolo, sino que las jugadas individuales se hacen presentes. Y lo vimos hoy con las pocas participaciones de Martínez y de Augusto Fernández.

Puedo entender que hayan jugado a medio maquina, porque el miércoles hay un compromiso por la Copa Libertadores de América. Puedo comprender que All Boys hizo cosas bien en la cancha, como presionar la salida de los volantes ofensivos de Vélez o cuidar la pelota cuando hizo falta, pero no puedo entender TODOS los pelotazos innecesarios a la cabeza de Mauro Óbolo, ya que cuando cabecea, no hay nadie detrás de él. No puedo entender la entrada del Rayo Ramírez, y mucho menos el gol que desperdicio debajo del arco de Cambiasso.

Lo cierto es que hay muchas cosas para destacar en este pobre partido que tuvo como resultado un empate con sabor a poco. Un empate que me dejó más dudas que certezas y más preocupaciones que lo común. Un Vélez que me hizo preguntarme si tiene resto físico para aguantar las tres competencias.

Hay que esperar, hay que ser pacientes, hay que respetar los tiempos del entrenador, quizá por eso los hinchas de Vélez se fueron cantando al final del partido y envuelto en un tibio aplauso. La afición entiende estos tiempos, pero hoy, y espero que solo hoy, diera una señal que cada uno de ustedes interpretará a su manera.

Por Sebastián Auro (@gulasebastian en twitter).