Suma y sigue: All Boys 0 - 0 Vélez

Aunque en el fútbol el único capaz de dar razones o quitarlas es el tiempo, resulta difícil imaginar que el punto que Vélez rescató de Floresta, jugando su fútbol más flojito del año, no será útil en el futuro. Podrá haber después otras pérdidas más sensibles, como bien atestigua el pasado, de partidos que se debieran ganar pero se empatan, o de otros que se escapan en paridad de desarrollo. No habrá entonces que quejarse cuando se es superado y se empata ante rival y en cancha difíciles. Aunque se pierda transitoriamente la punta o se desdibuje la impecable imagen que acostumbra dar el equipo.

Pormenorizar lo sucedido ante All Boys implicará remarcar desaciertos hasta de algunos que no venían cometiéndolos, como Cerro en la recuperación, Papa en la transición entre defender y atacar o la zaga central en su acople para marcar. De otros, como Zapata o el Burrito Martínez, ya se ha dicho demasiado y siguen sin levantar. Apenas Barovero se salvó del todo, acompañados por los ingresantes Canteros y Cabral, e Insúa, Augusto y Obolo a medias, alternando alguna intervención valiosa con el choque constante contra la asediante presión de un rival meritorio en su escenario más favorable. Lo más resaltable, una vez más, fue lo colectivo, que otorgó el plus necesario para permitirse llevarse algo de su peor versión.

El sábado, al fin y al cabo, dejó su lado bueno. Es preferible mostrar puntos a corregir empatando en un semestre que recién comienza y no perdiendo en una instancia avanzada y definitoria. Esto permite concientizar al grupo para mejorar lo que falta y subrayar las virtudes, que sobran. Mientras, el Fortín sigue peleando por todo.

Por Marisa Pontieri (TyC Sports).