Cambios de tiempo

Más que a la vista el balance del primer semestre. Sensaciones cruzadas, y el latente despido a tremendos jugadores que nos dieron enormes alegrías en estas últimas temporadas. El equipo de Gareca logro buenos pasajes de futbol y muy buenos planteos jugando de visitante, así y todo, los resultados no siempre se desprenden de estas premisas, y pese a mantenerse en lo alto del futbol argentino y sudamericano, no se pudo con los objetivos planteados en el comienzo de este 2012.

El equipo de Vélez, en esta primera mitad de año paso y ejecuto buenos momentos futbolísticos, la idea de juego impuesta por el entrenador, se mantiene, lo que alternan son los apellidos. Tener un pasado reciente donde concedieron en tiempo y forma una serie de jugadores, que explotaron al máximo conjuntamente y llenaron nuestros corazones de algarabía, hace que seamos exigentes y severos con ver de vuelta en cancha ese rendimiento solido, vertical y contundente del pasado año.

Sin lugar a dudas, seguimos siendo superiores a la mayoría de nuestros rivales, es una cualidad que quedo demostrada. La posesión de pelota, el achique entre líneas y la solidez defensiva lograda a través del control de la pelota, siguen siendo los baluartes del conjunto velezano, quizás el punto más débil, en estos últimos meses, haya sido la concreción en ataque, las variantes para destrabar un empate o dar vuelta un resultado adverso, o la profundidad necesaria para romper líneas defensivas y generar situaciones claras de gol. En muchos partidos se erro demasiado frente al arco y en otros tantos se fallo también el pase previo al remate, la efectividad disminuyo notablemente, solo el talento individual de un par de jugadores se encargaron de contrarrestar esta deficiencia, llámese Martínez, Fernández, Bella, Insua dando destellos, generando oportunidades ofensivas con sus gambetas y remates.

La estructura del equipo esta, viene solida desde atrás para adelante como sugieren. Un arquero con nivel de selección como Marcelo Barovero; experiencia y entendimiento en la línea de cuatro defensiva; y un volante como Francisco Cerro encargado de los relevos, quite y entrega. Las condiciones e inteligencia de Ricardo Gareca y su cuerpo técnico nos deja tranquilos y pacientes; su trabajo siempre es minucioso y acorde a la situación de cada etapa, indudablemente estudiara variantes, esquemas y nombres principalmente, para darle juego transcendental desde el mediocampo hacia los delanteros, y revertir cuestiones tácticas a la hora de atacar.

A esperar que sucede que con las ventas de jugadores, veremos qué acontece con las danza de nombres en este mercado de invierno, y aguardar ansiosos hasta el inicio del Torneo Inicial, donde las deseos se vuelvan a renovar. Dispuestos a sobrellevar algunos cambios seguiremos acá, cerca del buen futbol y de la alegría grata de ver a este Vélez, que silbando bajito con la pelota al ras de suelo, va a seguir haciendo historia.

Por Tomás Andrés Fernández.