El arreglo del Amalfitani, una cuenta pendiente

Nadie duda que el estadio José Amalfitani es uno de los más lindos de la Argentina. Sabemos que tiene razón la voz del estadio al presentarlo como el Teatro Colón del fútbol argentino. A pesar de esto, tiene mucho por mejorar.

Muchas veces nos molesta, a los hinchas de Vélez, tener que prestar o alquilar el estadio cada vez que un equipo tiene su cancha suspendida o por cualquier otro motivo no puede hacer de local en su casa. Además de tener que ver el Amalfitani decorados con colores que no son los nuestros, es común ver pintadas o destrozos los días siguientes. A la vez, nos da cierto orgullo que sea nuestro lugar, el elegido por la mayoría al momento de salir de su cancha. Por comodidad, ubicación, tamaño, es un lugar propicio para disputar cualquier enfrentamiento.

Sin embargo, cada vez que asistimos a nuestra casa, vemos los pequeños detalles que se necesitan mejorar. Y la cantidad de pequeños detalles, son los que nos hacen sentir que es mucho lo que hay que mejorar. La pintura es fundamental para tener linda la fachada de cualquier casa. Es notoria la diferencia del estadio hoy a lo que era antes del 2005, cuando se lo pintó por primera vez. Hoy no quedan dudas que ésa es la cancha de Vélez. Otro detalle a arreglar, a la vista tanto del público presente como de los espectadores televisivos, es la luz de las torres. El sistema lumínico que tiene el Amalfitani es un ejemplo, porque alumbra a la perfección el campo de juego y también las tribunas y plateas. A diferencia de otras canchas, en las que es difícil ver el reloj que uno lleva en un partido nocturno. Pero en la actualidad, se ven funcionando apenas el 50% de los focos. Hace años, se anunció un acuerdo con la marca Philips para renovar las luces, pero quedó en una promesa. Tampoco es buena la luz en los accesos. Las escaleras frecuentemente están a oscuras, y los baños ni siquiera con luces funcionando están bien alumbrados. Los baños son otra gran deuda del Estadio para con la gente. Que nuestro estadio siga sin contar con mingitorios, con un sistema de limpieza decente es un problema. Éstos son detalles que se suman a las grietas o roturas que se ven en paredes y tribunas del estadio.

Siguen otros detalles estéticos. Las butacas de la popular han dejado de ser todas del mismo color. Las de la platea también son groseramente distintas unas de otras, quedan un collage de azul, celeste y hasta gris. Algo similar sucede en la zona de plateas altas, donde las manchas de barro han estado demasiado tiempo. Todas pequeñas cosas que hacen creer que uno no cuida algo tan preciado como es la casa propia.

En ésta última parte, mucho tenemos que ver los hinchas. El cuidado que uno mismo debe darle a cada rincón del club. No es necesario escribir en aerosol la pared de la cancha. Ni siquiera una frase de aliento. Mucho menos necesario es orinar en los accesos. Hemos visto como hinchas de otros equipos han destrozado su propia cancha, ante fracasos deportivos, diferencias políticas o simples hechos de violencia contra otra hinchada o la policía. Es otra ridiculez que no encuentra explicación lógica. No podemos reclamar mejoras y mantenimiento si uno mismo no cuida las instalaciones. Los Pumas serán parte de un torneo internacional de rugby. Algunos de los encuentros los disputarán en el interior y otros lo harán en Capital Federal. ¿Por qué no acondicionar el Estadio para que sea la casa de Los Pumas, de la misma forma que la cancha de River es considerada la casa de la Selección Nacional? Es la oportunidad de poner al José Amalfitani a la vista del mundo, una vez más.

Algunas obras para solucionar estos inconvenientes ya están en marcha. El acuerdo por la pintura es sólo una parte de la solución. Esperamos que llegue el resto y mientras tanto, debemos cuidarlo nosotros. Los hinchas. Los que lo sentimos como un hogar.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).