Chau, gracias por todo

Que momento este de Vélez Sarsfield como nunca nuestros players suenan como refuerzo en infinidad de clubes, que Martínez, que Augusto, ahora Cabral y así varios, que obviamente para dichos jugadores, es un desafío profesional y en búsqueda de una solvencia económica para el futuro. 

Quizás el caso Ortiz también se asemeje a los mencionados, pero el que llama y mucho la atención de propio y extraños es el caso Marcelo Barovero.

Un Barovero, que se fue ganando en su tránsito por el Fortín el cariño de la gente, desde las tribunas bajaba en diversas ocasiones el "Barove Barove", todo ello con un significado más que interesante, porque como Ud. sabe el arco velezano después de "Chila" tiene un sabor especial que muy pocos están a la altura de sobrellevarlo.

Y en esta ocasión "Barova" se lo ganó, con sus actuaciones, su humildad, siendo uno de los pilares fundamentales en el equipo del Tigre Gareca.

Y en este presente e imaginando el futuro veíamos y entendíamos un Barovero más que afianzado en el arco velezano, sumando aún más el cariño de los hinchas, por eso cuando se comenzó a difundir el tema de su baja del Fortín y su elección por River (club inhibido y su contrato la mitad de lo que ganaba en Vélez), fue un baldazo de agua fría a nuestros corazones, corazón que cuenta con algunos agujeritos luego de las conocidas salidas por las puertas de la desilusión y la traición de Somoza, Silva, etc., y ahora en menor medida pero con las misma sensación de Marcelo Barovero.

Muchos pensarán o dirán es un profesional, si elige estar en otro destino es su elección, bárbaro, genial es compresible todo ello desde un punto de vista lógico y objetivo, pero cuando se vive desde la pasión, el corazón, uno se siente vacío todo ese cariño que le brindó la gente con sus cánticos y demostración de afecto se ven ahogados, una vez más, en una transferencia y una despedida fría, en un fútbol donde el afecto y cariño que brindan los hinchas, es cada vez menos tenido en cuenta a la hora de renovar contratos, por eso amigos velezanos seamos cautos a la hora de idolatrar, apoyemos sí a todo aquel que vista y defienda nuestra camiseta a morir, pero entendamos, para no quedar nuevamente heridos, que ellos son profesionales y que Vélez es un club más en su historia de jugador, no como nosotros, donde nuestra historia de todos los días se escribe en azul y blanco.

Por Jose Alacid (@joseluisalacid en twitter).