Es lo que hay

El flojo partido de Vélez en la Bombonera y un planteo demasiado defensivo evidenció, además del excesivo respeto que se le tiene a esa cancha, que el plantel del Fortín es muy corto para pelear en los dos torneos.

Gareca hizo el reclamo el mismo jueves, tras el partido con Belgrano. No hubo ni 72 horas de descanso para sus dirigidos entre la vuelta de la Copa Sudamericana y la fecha del Torneo Inicial. Con la derrota consumada es fácil criticar el planteo inicial decidido para ir a la cancha de Boca, pero cierto es también que nadie debe haberse ilusionado al conocer la formación de Vélez. Los partidos ante Lanús y Belgrano provocaron un enorme desgaste físico en varios jugadores, sumado a un bajísimo nivel en otros, obligaba a realizar una serie de variantes para ir a una cancha “de peso” como es la Bombonera. Al hacer la típica rotación que exige por momentos la doble competencia quedó evidenciado el poco recambio que tiene Vélez.

Una de las zonas más flojas del equipo es en la delantera, desde la gestión hasta la finalización de las jugadas de riesgo. Con Zárate lesionado y Pratto con molestias (y muchos minutos jugados) los reemplazos son juveniles como Rescaldani y Cáseres. Si bien el primero ya no es tan inexperto, no es una dupla para jugar de titular en un partido trascendental del campeonato. Tampoco hay un reemplazo “natural” para Insúa. El Pocho hace tiempo que está en un nivel muy bajo y sin poder completar los 90 minutos de un partido, suele ser sustituido por Canteros quien ha rendido de manera muy buena aunque Tito no es un clásico “enganche”. La otra alternativa a Insúa puede ser Copete, el colombiano tampoco tiene las mismas características que el 10 y varias veces su rendimiento fue decepcionante. En el medio es donde mayor recambio hay, ya que a Cerro y Cabral (los titulares a principio de semestre) se agregan Romero, Desábato y el propio Canteros. Por derecha Allione es el único “8 natural” del equipo y en defensa tampoco sobran los suplentes con experiencia.

La Copa Sudamericana es mucho menos exigente que la Libertadores. Esta “segunda” copa internacional no exige un alto rendimiento a lo largo del semestre. Con un puñado de buenas actuaciones se puede llegar lejos. Se ve muy lejano en el horizonte fortinero, pero con cuatro definiciones por penales se puede ser campeón. Vélez solo incorporó a Zárate, repatrió a Canteros y recuperó al lesionado Cabral. Mientras que perdió a Ferreyra, Gago, Bella y Peruzzi. El plantel se diezmó considerablemente en pos de mantener un equilibrio económico. El mensaje estuvo equivocado desde la dirigencia. Por eso se hace muy difícil pelear la Sudamericana y el torneo local, especialmente si se superponen partidos claves. Vélez deberá aspirar a una de las dos cosas, porque quedó demostrado que no hay material para más.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).