Pocho y nada

Regreso a la titularidad para algunos jugadores, tras el gran triunfo ante Belgrano por Copa Sudamericana. Uno de los casos fue el de Federico Insúa, quien regresaba al primer equipo tras no disputar minuto alguno frente al Pirata.

La salida del primer equipo se daba a raíz de los flojos rendimientos que venía acarreando. Algo que era una continuidad del irregular semestre pasado, donde su fútbol apareció en cuentagotas, y no se pudo disfrutar esa magia que uno estaba acostumbrado de la mano del Pocho.

Es así que uno siempre va a esperar algo diferente de su parte, que froté la lámpara y aparezca esa magia que presenta. Su flojo presente se ha sentido de gran manera en el actual equipo, al dejar de ser el
Vélez lujoso con su presencia, a un Vélez donde las ideas y el fútbol carecen en gran parte del mismo.

En este arranque de temporada, se han disputado 7 cotejos, si incluimos Copa Sudamericana, no es casual que el mejor rendimiento se haya logrado cuando no fue de la partida. El pasado duelo ante Belgrano, se mostró un fútbol de gran vuelo, donde las ilusiones de ver el fútbol champagne, se volvían a acrecentar. El gran partido de Allione y Romero en el medio, sumados a la garra de Canteros y Cabral, hicieron por noventa minutos olvidarse del Pocho.

El desgaste sufrido se hizo sentir en la reciente derrota ante Boca. Volvía en escena Federico Insúa, esta vez más en la función ofensiva, al ser el acompañante del único faro (Rescaldani). Lejos de brillar estuvo, por momentos no encajaba en el planteo y dejaba al delantero en una lucha quijotesca, peleando sólo contra la defensa Xeneize.

Al ver que el rendimiento no era lo esperado, sumado a la expulsión de Cerro, hizo mover el banco de suplentes, número puesto para salir era él. Y así fue, los ingresos de Romero y Canteros fueron vitales en la
recuperación del medio, no bastó para lograr el empate, pero las ideas y la actitud cambió en parte.

Poco se ha visto en el último tiempo de su zurda prodigiosa, los cambios de planteos y nombres propios a las claras no le sentó bien. Al margen de eso, por momentos se encierra en el fastidio propio de la situación, de no poder ser, de no lograr recuperar el gran nivel que supo tener y supimos disfrutar.

Hoy en la consideración, Romero y Canteros demostraron esas ganas de ser parte de ser de la partida. Mientras el nivel del enganche es bajo, los volantes de las inferiores piden pista a pasos agigantados, y dieron muestras que la V Azulada no les pesa en lo absoluto; por lo contrario les calza a la perfección. Por ahora lo de Insúa en el arranque de la temporada es Pocho y nada.

Pocho y nada, que para el bien de todos se revierta. Por el bien del jugador, ya que en el efecto domino, a todos beneficiarà. En primer medida, al propio Pocho, luego a sus compañeros y cuerpo tècnico, por
último, al hincha. Ya que su mejora en el rendimiento será el de todos. Esperar que el Pocho y nada, cuanto antes quede en el olvido, y vuelva esa magia que hoy ya no es tal.

Por Marcos Chaile.