Más incidencias que fútbol

Difícil poder analizar un partido como el Independiente – Vélez del lunes. Postergación, anegamiento, demoras, cortes de luz. Muchos problemas y poco fútbol en Avellaneda.

En la previa a este Torneo Inicial realizamos una nota sobre las condiciones del José Amalfitani. A sabiendas del trabajo que se está realizando, se manifestaron algunos detalles que hace tiempo hay para mejorar. El empeño y el trabajo que se puso en nuestro estadio, merecen que esté siempre lo mejor posible. La visita de Vélez al renovado Libertadores de América, nos hizo comprender (una vez más) porqué sostenemos que nuestro estadio es el Teatro Colón del fútbol argentino.

Estipulado para el sábado a las 20.20 muchos temíamos la suspensión por mal estado del campo, a pesar que la lluvia más fuerte paró pasado el mediodía. Es que a una cancha sin terminar y con errores de construcción, de tal magnitud que no es necesario ser arquitecto para notarlos, se le tiene desconfianza. No estuvimos mal los desconfiados, porque fueron necesarias dos carretillas de arena para absorber parte del agua que todavía quedaba en el campo. Para complicar más, esa laguna se había formado dentro del área que ocuparía Montoya en el primer tiempo. Fue así que Lunati, con una lógica poco común en el arbitraje argentino, decidió suspender el partido. A pesar de las protestas y declaraciones absurdas de Cantero, el encuentro no podía disputarse normalmente en un campo en esas condiciones. Muy lejos de estar “óptimo” como manifestó el presidente del Rojo.

En otra decisión extrañamente lógica y rápida, la AFA programó el partido para las 19.30 del lunes. El día de la reprogramación se demora media hora más, en esta ocasión por una supuesta Cadena Nacional que al final no fue tal. Sin embargo, quienes no pudieron estar en Avellaneda, se perdieron los primeros 16 minutos del encuentro porque la TV Pública mantenía al aire un discurso de Cristina Kirchner. Quienes sí pudieron visitar Avellaneda, estuvieron más de media hora sin poder ver fútbol. Aparentemente, un corte en la pantalla LED que Independiente tiene en uno de las esquinas de su cancha, provocó el corte de una fase y el estadio quedo con una tenue luz, que apenas alcanzaba para ver los jugadores. Más de media hora pasó para recuperar la luz necesaria para disputar el partido. Un partido difícil de jugar para un equipo como Vélez, de los pocos que intentan controlar la pelota y jugarla a ras del suelo. Que no depende de una pelota parada para convertir.

Una vez más, podemos agradecer a Vélez por el estadio que tenemos. Desde el gran Pepe Amalfitani, quien cargaba bolsas de cemento siendo el presidente del club, hasta el clan García que mantiene el pasto en condiciones óptimas, a pesar de fríos, lluvias, recitales o actos políticos. Una vez más, el club sobresale sencillamente por hacer las cosas como corresponden. Lo que pasó este fin de semana en Independiente fue vergonzoso. Lo más grave de esta situación es que el Libertadores de América, fue re inaugurado hace solo dos años. Será culpa de la dirigencia anterior, de la actual o de AFA por no controlar. Cada uno tendrá su opinión. Lo cierto es que para hacer del fútbol argentino algo serio y que se pueda jugar cada vez mejor, lo mínimo es tener escenarios acordes. El de Independiente, hoy por hoy, no lo es.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).