Era un partido Franco: Argentinos 0 - 0 Vélez

En el Diego Armando Maradona, Vélez empató con Argentinos Juniors 0 a 0, en una tarde-noche de Copa Sudamericana que dejó gusto a poco. El Fortín fue un poco más que el Bicho de la Paternal, pero no le alcanzó.

Aún falta un partido, que se jugará la semana que viene en el José “Don Pepe” Amalfitani, nuestro estadio. No hay nada dicho y un empate en un estadio tan complicado como el de Argentinos no es mal negocio. Hay que ganar el próximo partido, otro resultado no sirve.

Pero, al momento de analizar las situaciones de cada equipo, Vélez no mereció perder ni tampoco empatar. Fue superior al equipo local, que planteó un esquema táctico defensivo contra un Vélez que no tuvo demasiadas ideas de juego, en especial en la parte ofensiva. Un partido que género dolor a la vista en algunos momentos y donde la fricción fue la principal atracción en el transcurso del juego.

Venimos repitiendo que hay un déficit en los atacantes fortineros. Martínez que aún no encuentra compañeros a quien darle la pelota y no siempre hará goles como el 2 a 0 a Racing; un Guillermo Franco muy cuestionado por la parcialidad visitante y un desconocido David Ramírez, que nota el peso de tener una marca personal y no posee espacios para generar juego.

Pudimos observar un medio campo bastante sólido y que, tanto Canteros como Alejandro Cabral, se desempeñaron de buena manera. Lo que le falta en esta pareja de mediocampistas es un poco más de ofensiva y acompañamiento a los delanteros, tarea que realiza el “chapa” Zapata, y se nota en este esquema ofensivo.

En declaraciones a Fox Sports, Ricardo Gareca mencionó que los delanteros tienen que acostumbrarse al estilo de juego que pretenden muchos (periodistas, hinchas y amantes del fútbol). Además defendió a Guillermo Franco y pidió tranquilidad, ya que cuenta con un gran plantel, no con tantos recambios (mismas palabras del tigre), pero de gran jerarquía.

Vélez nunca tuvo buenas performance cuando visitó a Argentino Juniors. La única victoria clara, que yo recuerdo, fue aquel 3 a 0 en el Clausura 2005, cuando Castroman, de penal, Maxi Pellegrino, de cabeza, y el “tanito” Gracian, encaminaban a un nuevo titulo de la mano de Miguel Angel Russo.


Por Sebastián Auro.