El partido de Russo: Sarmiento de Junín

A medida que las fechas van pasando, este equipo de Vélez deja a entrever algo claro: no va a tener escrúpulos en cambiar dependiendo del rival ni la cancha de turno. Eso nos llevó a observar más minuciosamente el trabajo de Miguel Russo durante el partido, cómo lo vio y el porqué de ciertas cosas que a continuación desarrollaremos.

Previo a que comenzara el encuentro, Russo volvió a las bases. Jerez retornaba al once inicial en lugar de Grillo y Cabral también se reencontraba con la titularidad en lugar de Tripichio. La idea era clara. A diferencia de lo que pasó en Rosario, hoy Vélez iba a buscar tener el balón y ser protagonista.

Durante la primera etapa al entrenador se lo vio muy enérgico con Jerez (de mal partido), al cual le pedía constantemente que pase y lo alentaba cada vez que algo le salía mal al pibe. Además de eso, hizo mucho énfasis en mantener el balón y jugarlo lo más limpio posible, cosa que se dificultaba por la poca precisión tanto de Somoza, como de Romero y Cabral.

A raíz de eso en la segunda parte se comenzaron a ver las variantes. El primer cambio fue el de Ramiro Cáseres por el propio Cabral. Claramente se buscó más verticalidad y menos tenencia ya que la pelota Vélez la tenía, pero no podía ser profundo. Luego vino la variante de Asad por Rolón. En propias palabras del entrenador, lo que se buscó con ese cambio era que Yamil “desordenara a la defensa rival porque no es ni volante ni enganche entonces pierden referencia”. Por momentos salió bien y por momentos mal. Y luego vino la modificación de Desábato por Romero buscando la precisión que Vélez nunca supo tener a lo largo de los 90 minutos.

Está claro que este encuentro al Russo le dejó más dudas que certezas. Deberá pensar y mucho, como la foto lo marca, para mejorar un Vélez que hoy se vio pálido pero que, como también remarcó el DT, estuvo por primera vez debajo en el marcador y lo remontó.

Vélez seguramente avanzará de a pasos cortos, pero firmes. Es fundamental tener paciencia y no pedir desesperadamente a tal o cual jugador. Ningún entrenador es tan necio de no poner a un jugador que se destaque por sobre el resto. Tranquilos. Dejemos trabajar al plantel y al DT. Bancar y esperar que se va a jugar mejor

Por Tomás Amerio (@AmerioTomas)