El tren de la alegría

A Vélez, haberse consagrado con una fecha de antelación le sirvió para embarcarse en un extenso festejo. Empezó el domingo, siguió toda la semana y podría decirse que ¿terminó? siete días después. Cada uno lo hizo a su manera, desde los protagonistas hasta el último de los hinchas, pero todos sabemos que asistimos a una semana histórica e inolvidable. Y, contra Racing, nos dimos el lujo de jugar un partido sin presión, en otra parada de este tren de la alegría.
Sí, ya sabemos, no fue la más pareja de las actuaciones de Vélez durante los 90 minutos, pero en ese contexto distendido fue muy meritorio haberle ganado a un equipo que sí se jugaba algo. Haber tenido reacción para dar vuelta un resultado. Contundencia para aprovechar las chances propias y respuestas defensivas (y en el arco) para sortear los momentos adversos. Claro, también hubo pasajes muy favorables, con ese movimiento de pelota que tan bien sabe capitalizar el equipo, interesantes subidas por las bandas, desbordes y pases profundos, en fin, todas las mieles a las que este gran grupo ya nos acostumbró. El partido de Racing fue una fiesta que incluyó un partido de fútbol. Bien por haberlo encarado con seriedad. Hasta los visitantes se prendieron con pirotecnia, que seguramente habrán encontrado dentro del club (?).
Antes, durante y después, los multitudinarios aplausos, los cantos, las ovaciones y el color acompañaron a todos los artífices de este título. Ahora, mientras ellos descansan, somos nosotros los que seguimos disfrutando y agradeciendo tanta gloria.



Por Marisa Pontieri (TyC Sports).