Para no despreciar

Entre lo cambiante del fútbol, los vestigios de la pretemporada, los cambios en el plantel, el rol del rival y los comienzos sin triunfos que luego derivan en títulos, difícilmente se pueda definir algo sobre un equipo después de observarlo durante sus primeros noventa minutos en un torneo. Tampoco dice mucho un resultado que, según como se lo mire, podría ser positivo o negativo. Bueno por la visita, el adversario, el haber empezado abajo, el no haber perdido. Malo por lo que algún optimista podría llegar a esperar, el no haber capitalizado del todo el hombre de más… Pero, visto así, sin dudas que el balance le encuentra al 1-1 con Godoy Cruz más ventajas que desventajas.

Algunos puntos quedaron por destacar, volviendo a destacar siempre el altísimo nivel de parcialidad que exige analizar apenas una presentación. A David Ramírez, con los ojos puestos en él como nuevo conductor del equipo, se lo vio bastante retrasado por momentos, debiendo encarar primero a los volantes rivales en vez de buscarles las espaldas; lo mismo le pasó en menor medida al Burrito Martínez. Pero con el correr de los minutos, solo, el funcionamiento se fue aceitando. No se descubre nada al advertir que las subidas imprudentes de Papa dejan desguarnecido al equipo, más allá de que la jugada del gol mendocino haya tenido también gran mérito del rival. Poco aprovechamiento de la banda izquierda entre Papa y Zapata. Bella clave desde su ingreso, pero muy poco de Franco, a quien le queda cada vez menos margen para demostrar que se puede poner a punto.

Después, todo se redujo a la ambición siempre presente de Vélez, la actitud expectante de Godoy Cruz (su hombre de menos le pesó demasiado), el conformismo al escuchar el pitazo final. Y sí, no se puede decir mucho, pero definitivamente llevarse un punto de Mendoza es algo para no despreciar. El verdadero Vélez irá apareciendo con el correr de las fechas. Queda muchísimo por mejorar y recorrer para encontrar al equipo en su punto óptimo. A mantener siempre la calma y la confianza, que ya sabemos cuánto sabe reinventarse este grupo.
PD: Si me generaba dudas al verla en las fotos, se disiparon en juego: con esa V finita, corta y alta -todo lo posible para restarle protagonismo-, la nueva camiseta no es precisamente agraciada…

Por Marisa Pontieri (TyC Sports).