Empate en casa y clasificación: Vélez 1 - 1 U. Católica‏

En esta tarde-noche en el barrio más occidental de la capital federal, tan agradable con una temperatura casi veraniega parecía que todo iba a ser tranquilo para este Vélez que había sido muy efectivo y que había logrado una tremenda personalidad para aguantar el resultado en el partido de ida disputado en el San Carlos de Apoquindo con los recordados goles de Guillermo Franco y de Iván Bella.
Durante los primeros 45 minutos el conjunto trasandino salió a comérselo de entrada al conjunto de Gareca que salio dormido y quizás un poco especulador, no encontraba respuestas futbolísticas y tenia muy poco juego colectivo frente a un equipo inteligente y muy peligroso, que atacaba en todas las jugadas con mucha profundidad en los pies Roberto Cereceda, Felipe Gutiérrez y Milovan Mirosevic, aprovechando sobre todo el costado de Fabián Cubero y Augusto Fernández, y de Francisco Pizarro, por el lado de Emiliano Papa.
Vélez estaba apagado, no capturaba los rebotes, perdía las divididas, no cortaba el circuito de juego de los chilenos que manejaban la pelota. Mirosevic fue el primero en desperdiciar una jugada de riesgo, definiendo afuera mano a mano con Marcelo Barovero pero luego llegó el primer golpe a los 29 minutos tras un lateral por la banda izquierda del ataque chileno, Gonzalo Sepúlveda capturo el balón y remato desde afuera del área para ponerla junto al palo más lejano de un Marcelo Barovero que no pudo contener el disparo. Este gol ejercía presión para el equipo del Tigre ya que un gol más obligaría ir a los penales y los chilenos nunca bajaron las pulsaciones. Un Felipe Gutiérrez encendidísimo dominó de manera excepcional el círculo central que estuvo bajo la custodia de Héctor Canteros. Un Vélez, que por momentos, pareció conforme con el 0-1 en ese primer tiempo.

Por Lautaro Bazan.