Ricardo Gareca: la cara no visible de este Vélez

Desde aquel torneo Clausura 2009, del que Vélez se hace acreedor, el Tigre Gareca fue un entrenador fiel a sus convicciones. Propone un equipo que posee la tenencia del balón, que intenta consolidar un equipo firme en las tres líneas y conserve esa actitud ganadora y ofensiva que se lo caracteriza. Fue así como en este largo proceso el Fortín obtiene su segundo título de la mano de Ricardo como director técnico.

Como todo técnico, él tiene errores y aciertos, de los cuales siempre se hizo cargo y siempre tiene la palabra justa para argumentar sus desiciones. Un técnico que gane o pierda el equipo sale a dar la cara en cada entrevista o conferencia de prensa que otorgue.

El jueves no fue un día más para los hinchas velezanos, ya que Vélez Sarsfield se clasificó a la semifinal de la Copa Sudamericana 2011, ganándole por 3 a 2 al difícil Independiente Santa Fé de Colombia.

Un partido extraño, donde esa tranquilidad que caracteriza al técnico fortinero se esfumó por completo. Un Gareca, que al igual que el hincha velezano, pasó de la serenidad de un 2 a 0 y clasificación, a un 2 a 2 y quedar fuera de todo, dejando un sabor amargo al finalizar un año 2011, a pesar del torneo local obtenido en el mismo año.

Como un hincha más lo vive él, como alguien que quiere al club y sufre cada vez que Vélez pierde o no encuentra luz en un camino oscuro (como los 4 partidos que perdió al hilo en un tramo). Ricardo Gareca, de 53 años de edad, hincha de Vélez, jugador de la casa y hoy, actual técnico del campeón del fútbol argentino, es todo un símbolo de la afición. Una imagen calcada, pero resguardada en un papel más serio, de los sentimientos velezanos.

Fue increíble la forma en que saltó del banco de suplentes a pedir, en el segundo tiempo, por el penal al burrito Martínez. Fue conmovedor ver cómo vivió el momento del gol agónico que se grito como si fuera una revancha de aquel Vélez – Peñarol (año 2010 – Copa Libertadores, mismo arco, mismo arbitro y casi los mismos minutos a disputar).

Este es el técnico de Vélez. Una persona que no puede quedarse sentado en el banco de suplentes cuando su equipo esta en apuros y por más que el equipo vaya ganando él siempre da una indicación. Parado de cada al campo de juego con los brazos cruzados, en posición pensante. Hagas lo que hagas al final del año Tigre, te ganaste el corazón del hincha de Vélez.

Por Sebastián Auro (@gulasebastian en twitter).