Un empujón hacia Quito: Belgrano 1 - 3 Vélez

Dio gusto y tranquilidad ver la actuación de Vélez en Córdoba. El equipo volvió a dar sobradas muestras de su solidez colectiva y no lo amedrentó siquiera que las fichas estén volcadas a otro lado: jugó sin regalar nada por el orgullo de llevar la ve en el pecho y demostrar cuán afilado está de cara a la (semi) final por la Copa Sudamericana en Quito.

Antes de hojear el diario del lunes post partido con la Liga, se puede afirmar que es respetable la decisión del Tigre de priorizar el fogueo por sobre la precaución y parar titulares frente a Belgrano. Los pasajes más elevados del equipo en funcionamiento colectivo, que hicieron olvidar por completo su condición de visitante y percances obligados de formación como la presencia de un solo delantero neto, sirvieron de empuje, de inyección de confianza para un grupo que necesita saberse apto para salir airoso de Ecuador.

Así queremos ver a Papa, Fernández, Cerro, Bella y Franco cada vez que les toque jugar, seguramente algunos con más asiduidad que otros. Atentos, veloces, precisos y comprometidos. Lo único que podrá apuntarle a esta actuación serán esos minutos iniciales de cada tiempo, en el primero cuando costó entrar en ritmo y en el segundo cuando hubo un respiro y se dejó venir demasiado al Pirata y se le permitió llegar al descuento. Pero en líneas generales, Vélez demostró que podía cerrar el pleito en cuanto se lo propusiera. Y así lo hizo, más temprano que tarde.

Ahora se acerca una nueva hora de la verdad. En Quito no se podrá dar ventajas de ningún tipo ante un rival y un escenario que se vislumbra más complicado. Será una de esas gestas que forman campeones o desechan candidatos.

Por Marisa Pontieri (TyC Sports).