La expectativa en el Amalfitani se sentía a la legua. Visitaba nuestra casa el puntero e invicto River y la intención era que lo dejara en Liniers. El encuentro fue frenético desde el principio. Vélez dominó en el mediocampo a partir de Romero y Desábato y, desde ahí, fue progresando. Luego de un tiro desde dentro del área de Asad que terminó en la tribuna, la apertura del marcador llegó a los 18. Luego de un centro-pase de Pérez Acuña, Milton Caraglio no tuvo más que acomodar la pelota en el palo izquierdo de Barovero y así gritar ese gol que tanto se le venía negando.
Inmediatamente después del gol, Teófilo Gutiérrez le metió un codazo tremendo a Cubero que el árbitro sancionó pero sólo recibió la amarilla. Insólito. Luego de eso Vélez siguió manejando las acciones y Pratto tuvo en sus pies el segundo a los 34, pero le tiró al cuerpo de Barovero y la acción se terminó perdiendo. Inmediatamente, más precisamente tres minutos después, a la salida de un córner, Mercado metió un bombazo seco abajo al palo derecho de Sosa. Golazo y 1-1. Con ese resultado los equipos se fueron a los vestuarios.
En la segunda mitad el partido se tornó más parejo y de ida y vuelta pero sin chances claras de gol. Salvo algún remate de Mora o de Pratto, no hubo muchas ocasiones en las que algún delantero haya tenido un mano a mano con el arquero rival. El encuentro finalizó en empate y repartija de puntos. Con un River que se fue conforme y un Vélez que mereció más de la mano de Caraglio, Pratto, Desábato y Asad como puntos más salientes.
La próxima fecha “El Fortín” visitará a Central en Arroyito buscando el objetivo que trazó Flores de llegar a los 30 puntos. El panorama, al menos hoy, es más alentador que la semana pasada. Esperemos que esto siga en subida y el equipo pueda redondear un torneo algo más decoroso. Hoy, Vélez demostró que se puede.
Por Tomás Amerio (Twitter: @AmerioTomas)
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