Hay que bancar al Tigre en la cancha

Tiempos convulsivos – inusalmente convulsivos- son los que se viven en estas horas por Liniers. Luego de la derrota frente a Olimpo, sumado al paupérrimo nivel que mostró el equipo, Ricardo Gareca activó la bomba y puso en duda su continuidad. Los dirigentes se movieron rápido, lograron convencer al DT que siga hasta fin de año y el explosivo quedó desactivado. Ahora es momento de los jugadores. Es tiempo de que banquen al entrenador que quieren no solo con palabras sino con juego. Si esto no pasa, es muy probable que Sir Richard de un paso al costado en diciembre.

Desde hace cinco años, la rutina de Vélez año a año es casi la misma. Ricardo Gareca se reúne a fin de año con los dirigentes –que siguen teniéndole plena confianza- y analiza en base a plantel y otras cuestiones su continuidad o no al frente del primer equipo. Esta vez fue diferente. El Tigre produjo un cimbronazo en el vestuario local post derrota ante Olimpo cuando dijo que le estaba costando encontrarle la vuelta al equipo y que tomaría la mejor decisión para el Club. Traducido al criollo, Gareca dijo que no sabía si continuaría o no al otro día siendo entrenador fortinero. Finalmente, Calello y compañía lograron convencer al DT para que continúe al menos (y como siempre) hasta fin de año.

No es casualidad que un técnico tan serio, centrado y medido en sus palabras diga esto más allá de la calentura que genera perder un partido como se perdió el domingo pasado. Está clarísimo que Gareca intentó mandar un mensaje hacia adentro. El Flaco sabe a la perfección, y creo que lo sabe más que nadie, que el equipo no responde como antes. Esta temporada (si bien se obtuvo el Súpercampeonato) no ha sido para nada productiva.El equipo tiene un andar más que irregular, suma solo 33 puntos entre Final 2013 e Inicial 2013 y, por sobre todas las cosas, al hombre de Tapiales debe preocuparle el nivel futbolístico a lo largo de este año.

Vélez siempre se ha caracterizado por mantener una regularidad y eso lo hizo diferenciarse continuamente de este mediocre y poco fiable fútbol argentino. El Fortín era la flor en este pantano de veinte equipos que se ganan unos a otros sin discriminar localías o cuanta historia tenga cada uno. Por eso Vélez es el mejor de los últimos años y por eso ha sido campeón cuatro veces desde que asumió Ricardo allá por principios de 2009. Esta materia es la que tiene pendiente este equipo en su versión 2013. La regularidad. Hoy por hoy, lamentablemente nos hemos contagiado de esa irregularidad que caracteriza a todos los equipos de nuestro país. Hemos entrado en ese pelotón del medio del que hay que salir lo más rápido posible y eso es lo que preocupa a Gareca. Por eso dijo lo que dijo. Quedan dos meses antes que termine este año y todavía hay cosas importantes en disputa como la Copa Sudamericana y la Súper Copa Argentina. Con esas declaraciones, El Flaco mandó un ultimátum para despertar al vestuario y avisar como puede terminar esta historia a fin de año.

Por parte del entrenador ya no hay más que hacer. Dijo lo que tenía que decir y ahora espera una reacción de parte de quienes son los verdaderos protagonistas. Es momento de que los jugadores de Vélez demuestren que realmente bancan a este técnico. Ahora es cuando Sebastián Domínguez debe bancar a quien lo trajo de México cuando nadie confiaba en él porque no jugaba en América. Ahora es cuando Allione debe consolidarse para bancar al DT que le dio finalmente la confianza de jugar en primera y tener continuidad a sus jóvenes 18 años. Ahora es cuando Insúa debe dejar de lado su fastidio por no ser titular y, cuando le toque jugar, realmente de la cara por ese entrenador que lo hizo volver de Turquía y lo convirtió nuevamente en jugador cuando ya estaba prácticamente retirado. Podría seguir dando nombres pero no es el punto de la cuestión. Lo importante es que ahora los jugadores salgan y demuestren lo que es realmente Vélez por ellos, por nosotros y por El Flaco. Y sepan bien que las chances se agotan. Sepan bien que si no se termina bien el año, este ciclo estará cumplido y Vélez deberá buscar otro DT en diciembre.