La Copa Libertadores es mi obsesión...

Arranca otro año futbolístico para Vélez, y también para Ricardo Gareca y junto a ellos la ilusión de ganar alguno de los tres torneos que tiene por delante en este semestre la Institución.  Si bien el torneo final y la Copa Argentina son dos logros más que importantes, el anhelo de volver a ganar la Copa Libertadores es inminente.

La pregunta sería: ¿Es posible ganarla este año? La respuesta, a priori es afirmativa. El cuerpo técnico conoce por demás el mundo Vélez, será el quinto año consecutivo que estarán a cargo del equipo, y los jugadores, ya tuvieron un tiempo de “transición” y vaya si lo aprovecharon en los últimos seis meses. Además, los que vienen asomando desde la cantera fortinera, rindieron cuando le toco entrar y no hacen notar la ausencia de los habituales titulares.

El grupo 4, el que Vélez encabeza, tiene a un experimentado como lo es Peñarol (cuatro veces campeón del torneo Internacional), al siempre complicado Emelec y alguno de los dos debutantes en esta competencia: León de México o Iquique de Chile.

A nivel  refuerzos no llego ninguna cara nueva por ahora, pero se logro mantener a Lucas Pratto, un jugador clave tanto a nivel futbolístico como profesional, asegurándose junto a Facundo Ferrerya una dupla peligrosísima para cualquier arquero que los tenga enfrente. También volvió a entrenarse Franco Razzotti, recuperando un cinco de experiencia para suplir a Francisco Cerro y/o al seleccionado Lucas Romero. De llegar algún refuerzo debería ser de la línea defensiva, que si bien esta cubierta de manera formidable, el sector izquierdo, de quien se adueño Emiliano Papa, nunca tuvo un reemplazo que se destacase, sin menospreciar a Bittolo, claro está.

Se aproximan seis meses de locura, esperanza, deseos, y anhelos. Las piezas fundamentales están intactas, la hinchada estará siempre fielmente siguiendo al equipo y alentando hasta el último minuto, cualquiera de los tres torneos que se puede obtener, será bienvenidos, pero  si la Copa Libertadores quiere volver a Liniers, la recibiremos gustosos.

Por Nahuel Romeo.