domingo, 27 de abril de 2014

Vamos los piVes

1 comentarios
Los chicos tuvieron su noche. Su fiesta. No habrán necesitado salir a algún boliche anoche, saben
que en la cancha sacaron a bailar a 11 de las que son difíciles, de las que parece que te van a decir
que no. Ayer no se pudieron negar a bailar con estos pibes de Vélez.
El partido, de movida, parecía difícil. Central es un equipo duro, firme en el fondo y rápido en la
transición de defensa a ataque. Le faltaba Abreu, un ícono en su delantera, pero los otros 10
titulares estaban presentes ayer en Liniers. Vélez salía al campo de juego con alguna que otra cara
desconocida para varios hinchas. –“¿Che, quien es ese pibe, el 27? – Leandro Vera, señor. – Como
juega eh…” 10 de 11 titulares provenientes de la cantera de Vélez. ¿Más? 17 de 18 concentrados,
de inferiores.
Como si los pibes no pudieran esperar para darnos esa sonrisa que íbamos a mantener durante
todo el encuentro, al minuto de juego ya estábamos gritando ese gol tan ansiado, que tanto
necesitábamos festejar. Porque el chico Nanni (ah, ¿no es un pibe más?) armó una jugada sobre la
izquierda, tiró un centro que Caranta alcanzó a manotear, justo a donde estaba Mauro. Mauro.
Mauro es así, impredecible. Tanto en la chilena impresionante que tiró para meter el primero
como en el fútbol en general. ¿Qué a veces no se compromete del todo con el equipo? Cierto.
¿Puede faltar algún partido? No. Y no es decirlo con el diario del lunes. Zárate inventa goles, se los
imagina en la cabeza y los reproduce en la cancha. No hay muchos con esa capacidad, eso no se
trabaja en la semana, eso se lleva en el ADN. En fin, Mauro tiene que estar, y los dos goles de ayer
cayeron en el momento perfecto de cara al martes.
Y si sorprendían gratamente las favorables condiciones del encuentro, al minuto 8 ya estábamos
jugando con un jugador más. Expulsado Encina. Y que siga la fiesta. Nanni bancó una pelota
dificilísima en el área y le aconsejó a Mauro que meta el segundo dejándole la bola muerta. Y
Mauro lo hizo. Abrazo con el 10 (mucho más merecida que tantos otros que la han usado,
pistolero) y otra vez Central sacando del medio.
El mediocampo de Vélez se dedicó a jugar, y que bien lo hizo. Tuvo que salir Desábato,
aparentemente con un desgarro. Ayer, nadie se acordó. Entro un flaco, Leandro Vera, ese que
manejó la mitad de la cancha como si tuviera 200 partidos en primera y tiene 2. Si, dos partidos.
Con su gran despliegue tapó a Jesús Mendez, a Domínguez y a cualquiera que se atreviera a pasar
mitad de cancha. A su lado estuvo Yamil Asad, el hijo del turco. Y que distinto juegan. Su padre, un
nueve potente y luchador, y él, con una clase para jugar que parece que fuera flotando en el
campo. Pases seguros, certeros, finos. Encares con una desfachatez que asusta, y hasta marca.
Partido soñado para el turquito, con solo 3 encuentros en la máxima categoría del fútbol. Habrá
que llevarlo de a poco y con tranquilidad.
Rolón y Vera con un ida y vuelta incansable, sacrificio para la marca y claridad para la subida.
Porque después de haberse jugado un largo tramo del encuentro, ambos tuvieron la prestancia
para hilvanar la jugada del tercer gol. Una diagonal de derecha al centro de Villalba, una mirada
suficiente como para divisar el pique de Rolón y un pase en cortada perfecto, para que Leo no
dude en romperle el arco al canalla y salir a festejar el tercero, y el primero para él como
profesional.
La defensa cumplió con un sobrio encuentro y presentó un buen nivel en sus cuatro integrantes.
Sabia, el más experimentado, logró un más que correcto partido, ganando en muchos cruces de
arriba, jugando de abajo cuando se pudo y sin pudor alguno para tirarla a las plateas cuando el
momento lo demandaba. A su lado, Giannetti redondeó su mejor partido en el fortín. Se lo notó
seguro en todo momento, característica que denota su crecimiento desde que está en primera, y
muy tranquilo en el juego y la marca. Los laterales acompañaron a la perfección, tanto Pérez
Acuña como Gonzalo Piovi demostraron que están a la altura de cualquier partido que tenga que
jugar Vélez, por su velocidad, su firmeza en la marca y su convicción para pasar al ataque cuando
tuvieron la oportunidad.
Lo de Nanni en el final ya daba bronca. ¿Cómo puede ser que con el partido que hizo no haya
podido festejar un gol propio? Lo buscó y lo mereció, sin lugar a dudas, pero Roberto es de esos
jugadores que también disfrutan de un pase gol a un compañero, y más si ese pase gol llega luego
de una jugada espectacular dejando en el piso ridículamente a un rival, bancando con el cuerpo a
otro y cediéndole la pelota abajo del arco para que Vélez grite el cuarto. Vélez Sarsfield y Vélez
Cedeño, el ecuatoriano que ayer empujó la bola para gritar su primer gol en primera a pocos
minutos de haber debutado.
Con el equipo lúcido y conectado en todas sus líneas, solo había que ver, sonreír y disfrutar,
porque nos debíamos una alegría entre las últimas malas. 5 derrotas consecutivas no se nos hacen
costumbre, porque estamos acostumbrados a otra cosa, mal acostumbrados, quizás. Ayer, por lo
menos, nos fuimos contentos y esperanzados de cara al martes.
Los pibes cumplieron con su parte, y con creces. Ahora nos toca a nosotros cumplir el martes con
la nuestra. ¿En qué consiste? Muy fácil. En estar en la cancha. En cantar, en alentar, en gritar, en
demostrar que seguimos creyendo en este equipo. Nos han dado mucho, y no tenemos que darlos
por muertos, porque no lo están. Nos vemos el martes.

Por Alan Rosenfeld
@RosenfeldAlan


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Comentarios

1 comentarios sobre " Vamos los piVes "

Anónimo dijo...
27 de abril de 2014, 18:45

Me encantó el partido, me gustaron mucho algunos desempeños, pero no ví ese juego de mediocampo que vos decís. Pareció quedar muy claro que la idea era no vamos a perder más nosotros, de última que lo ganen ellos, y los volantes metidita la cola contra el fondo y a esperar. Nada de presión, abroqueladitos y dejarlos llegar hasta tres cuartos donde siempre se puede pescar algo, y eso pasó. Y el gol al minuto (si lo hubiésemos tenido contra los que perdimos!) y una expulsión a los 8. Y a disfrutar de la cena. Pero al mediocampo se lo cedimos, primera vez en muchos años que veo eso en un equipo del Fortín. Gran rasgo de inteligencia del CT o de los pibes. La estrategia de juego puede cambiar de acuerdo a cada circunstancia. Eso es muy auspicioso de aquí en más. Esta idea de "jugar igual en cualquier cancha" fue -a mi juicio- la peor decisión de este último lustro.Ojalá este sea el comienzo de una etapa donde la idea sea "tratar de ganar todos los partidos, apelando a todos los recursos que tengamos disponibles". Gracias por dejarme opinar. Vamos Vélez!

Por favor no pasar insultos.
Gracias por visitar PorVelez.com.ar

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