Hasta la última parada

Nuevamente me enfrento a la hoja en blanco, tras una noche sin dormir, con la garganta atorada, en el grito de nuestro pueblo, que es la biblia de mi alma.

Otra tarde de futbol, toque, brillo y una media vuelta de emboquillada, protagonizada por nuca más brillante de este futbol amarrete y sin alas.

Otra tarde en la que nos abrazamos con hermanos desconocidos, con tatuaje en la piel y el corazón, con esperanzas desmedidas por no bajarse del vagón.

Otra tarde de amenazas de mal tiempo, con el sol bajo las lágrimas, que regaban el verde césped, mientras Barovero calentaba.

Otra tarde y ya son muchas, en las que esos pies dialogan, que se hablan de memoria, sin usar calculadoras.

Otra tarde Velezana, de Liniers hasta la Quiaca, de Ushuaia hasta Alaska, de nuestras manos entrelazadas, que se unen en un grito, y no bajan la mirada, inflan pecho, sacan alas, hasta la ultima parada.

Por Pablo Crosetti (@pcrosetti en twitter).