Lo mejorcito

Poco ha mostrado Vélez en lo que va del semestre. Tan solo pueden rescatarse pasajes del encuentro ante Tigre, algunos minutos ante All Boys y el final ante Lanús. Estos cuatro años y medio que lleva Gareca al frente del Fortín, han puesto la vara muy alta para medir el rendimiento del equipo y rescatar momentos de algunos partidos o el sacrificio de algunos jugadores no es suficiente ni para el técnico ni para el público velezano.

El sábado pasado se vio lo mejor de Vélez en estos cinco partidos. Por momentos pudo mantener posesión de la pelota, quizás abusando del pase lateral, pero siempre intentando el juego asociado. Con un Allione cada vez más afianzado por la banda derecha, siendo el responsable de darle verticalidad y explosión al ataque. Peluche es la mejor compañía que tuvo Pratto en la ofensiva. Lucas siempre intenta a base de lucha, esfuerzo y esa capacidad suya de atropellar a los rivales. Ante el Granate la defensa tuvo una solidez que hacía tiempo no conseguía, aunque también debe destacarse que la línea de 4 pocas veces se “rompió”. Cubero y Cardozo tuvieron contadas participaciones en ofensiva, la gran mayoría en el final del partido cuando se veía que Vélez podía quedarse con los tres puntos. Tal como se rescató el segundo tiempo ante All Boys, lo hecho en los minutos finales del partido ante Lanús debe ser la base para mejorar. Tras la salida de Insúa, el equipo ganó una velocidad y un cambio de ritmo que obligó a Barros Schelotto a rearmar el mediocampo. Vélez también se plantó varios metros más adelante y ahogó la salida del visitante. Muy poco le alcanzó para ser más que su rival. Demasiado poco para lo que está acostumbrado a ver el hincha, pero al menos, se ve una mejora. Leve, muy gradual, a paso de bebé, pero mejora al fin.

Los ingresos de Canteros y Romero fueron fundamentales para marcar esa mejoría. Se ven algunos niveles individuales sorprendentemente bajos. Insúa y Cabral son los más llamativos, especialmente porque se sabe las virtudes que tienen y que en este torneo no han demostrado. Se agrega el problema del compañero de Pratto en la delantera, sin Mauro es un puesto vacante y que no se encuentra quien cumpla. No hay muchas variantes tampoco, un problema sabido desde el cierre del libro de pases.

Esta semana puede ser trascendental para el semestre de Vélez. Por delante está la definición de la llave de la Sudamericana, visita a la Bombonera y el choque ante Newell’s. El jueves, ante Belgrano, más allá del rendimiento el Fortín tendrá la difícil tarea de marcar un gol, como mínimo, para forzar la definición por penales. Luego serán dos partidos ante rivales que, se presume, pelearán el torneo. Es la semana que definirá para qué está el equipo, marcará el grado de ilusión del hincha. Hasta ahora debe conformarse con poco.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).