El bueno: Agustín Allione y Lucas Romero. Ambos jugaron para el 10. Peluche fue un taladro por el sector derecho. Siempre que encaró, pasó y generó peligro. Hace mucho que Vélez no tenía un jugador que rompa líneas tan bien. Por su parte, el Perro fue justamente eso, un perro de caza. Pero de los buenos. Toda pelota que le pasaba cerca era capturada por Romerito que, además, distribuyó el juego para todos lados y fue la manija del equipo. Entiende siempre qué hacer, cuando y cómo. Crack.
El Malo: Saúl Laverni. Tuvo un pésimo arbitraje para ambos lados. Cada día justifica más por qué es de los peores del país.
El Lírico: Alejandro Cabral. Metió una pared de taco cinco estrellas con Allione, que culminó en gol de Rescaldowsky. Bien por el taza, que por momentos supo ponerse el equipo al hombro.
El Rústico: Juan Sabia. Tuvo un par de pifias que dieron para asustarse. Jugó un partido regular.
La sorpresa: Ezequiel Rescaldani. No es específicamente una sorpresa, pero una mención se merecía. Por momentos muy resistido por la gente, el siempre está y demostró que si lo asisten bien, la mete.
Por Tomás Amerio.
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0 comentarios sobre " Medallero fortinero: Vélez 2 - 0 Belgrano "
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