Lejos de ser Vélez

Después de las dos mejores actuaciones del campeonato, Vélez mostró su peor versión. Groseros errores individuales y un muy mal funcionamiento colectivo, poco y nada quedó para rescatar en el enfrentamiento ante Colón.

Sin dudas, el mayor interrogante pasa por saber cuál de estas versiones es la real. Por lo demostrado a lo largo del torneo (e incluso, a lo largo de la era Gareca), el hincha sabe que el verdadero Vélez es el que vio ante River y ante San Lorenzo. En aquellos partidos, El Fortín demostró solidez defensiva y potencia en ataque, más el juego asociado y la presión a la que nos tiene acostumbrados. En la tarde de domingo, no se vio nada de eso. Defensivamente el equipo estuvo lento y distraído. Se agregó la virtud de Colón en aprovechar al máximo cada uno de esos defectos. No fue el primer encuentro que Vélez sufre tres ataques en media hora, pero sí fue la primera vez que el rival tuvo 100% de efectividad. También fue la primera vez que los errores individuales se pagan con goles. Porque los errores en las salidas aéreas de Montoya no son novedad, sin embargo recién en este partido (mitad del campeonato) se lo puede hacer cargo del gol recibido. Tampoco es nuevo el déficit en el juego aéreo defensivo de Vélez, pero pocas veces se habían sufrido dos tantos por esa vía en un mismo partido. Bíttolo fue quizás el nombre que ejemplifica esta mala tarde. Lejos está su mala actuación de ser una definición de su nivel real. El Tano tiene características muy similares a las de Papa, las que incluyen un déficit en el cabezazo por cuestiones de altura, pero sin dudas que la marca y la proyección son dos virtudes del juvenil que ante el Sabalero no pudo demostrar. El tercer gol y el cambio de Gareca lo dejaron expuesto, pero basta con recordar partidos anteriores en los que generó gran expectativa, por ejemplo el recordado debut ante Independiente en cancha de Vélez.

En la parte ofensiva tampoco fue una buena jornada. Tanto Pratto como Ferreyra fueron absorbidos por los defensores sabaleros. Insúa no generó riesgo, apenas tuvo un par de arranques en los que eludió algunos rivales, pero en ningún momento tuvo peso y se repitió en pases hacia atrás o jugadas intrascendentes. Lo mejor pudo verse al final del primer tiempo, pero la desventaja ya era de tres goles. En el segundo tiempo Colón dejó estática la línea de cuatro defensores más uno o dos volantes centrales, lo que hizo casi imposible que Vélez genere alguna situación. Lo mejor del Fortín se vio en el despliegue de Romero y Cabral, tratando de recuperar la pelota y llevarla hacia delante en todo momento. Por otra parte el sacrificio de Cubero. El día en que alcanzó el récord de máxima cantidad de partidos en Vélez, Poroto fue el símbolo de la lucha y el esfuerzo aunque con poco fútbol.

Un duro golpe a mitad del campeonato. Quizás uno de esos que permite darnos cuenta donde está el equipo realmente, para no dejarse engañar por la notable superioridad que marcó en partidos pasados. También se dio en una fecha en la que no ganó el puntero y solamente se acercó Racing. Lo que permite mantener intactas las posibilidades de seguir peleando. Lo mejor es que la recuperación se puede dar ante el único puntero e invicto del torneo. Un rival que obliga a rendir en un nivel superlativo, un nivel que Vélez ya demostró. Es la mejor oportunidad para volver a la senda de la victoria.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).