Lugar impensado

Vélez llegó al final del torneo con chances concretas de ser campeón. Algo que parecía imposible pocas fechas atrás, se hizo realidad en base a los buenos resultados del Fortín y los tropiezos de los equipos que estaban por encima. Pero lo principal fue la recuperación del nivel que tuvo el equipo de Gareca en todas sus líneas.

Los siete encuentros sin derrotas, con cinco victorias, son consecuencia de una remontada en el juego de Vélez. Lo más destacado de esos siete partidos son las ultimas tres victorias de forma consecutiva (Central, Godoy Cruz y Colón). En las tres presentaciones cambió rotundamente la cara del equipo, tanto por el juego como por la actitud. En Rosario, el retorno de Insúa rápido y preciso en las habilitaciones y el manejo del ritmo de juego, más el destape goleador de Cáseres marcaron una clara superioridad del Fortín sobre el equipo de Russo. Las desatenciones del final hicieron que la diferencia sea mínima y las preocupaciones vuelvan a los hinchas. El primer tiempo ante Godoy Cruz, como local, hicieron creer que se continuaba en esa irregularidad que marcó el campeonato. Pero en la segunda parte Vélez aplastó al Tomba y empezó a ilusionar al hincha quedando cerca de San Lorenzo. El último sábado en Santa Fe, se dio una muestra de carácter, compromiso y sacrificio. Si bien la expulsión de Mauro Zárate puede considerarse justa (según el criterio de cada uno), lo que es insostenible es la distinta vara con la que se midió la jugada. Ante esa injusta inferioridad numérica los gladiadores de Gareca fueron compactos para aguantar la embestida de un equipo que necesita una victoria para calmar tanto conflicto interno. El Tigre no tuvo vergüenza en poner un quinto defensor, al ver que Colón llegaba cómodo por las bandas, y dejó solo al enorme Pratto que se potencia en estos casos. Esta Topadora que tiene el Fortín en la delantera erró un mano a mano de manera increíble, pero no se resignó y minutos más tarde generó el penal que dio la tranquilidad para el cierre del partido. Fueron tres partidos que mostraron las características que han mostrado los equipos de Gareca a lo largo de los cinco años.

Así como Vélez fue irregular, en rendimientos y resultados, también lo fueron los competidores. La ventaja con la que corre el Fortín, es haber encontrado su pico de rendimiento en el final del torneo. Quizás también sea una ventaja ser el protagonista menos pensado para la discusión. Lo que no permite asegurar que esto sea una ventaja puede ser la relajación de haber cumplido el objetivo. Cuando en la 11ª fecha Vélez caía de local ante Olimpo, se despedía del torneo y Gareca ponía en duda su continuidad, ya no a partir de diciembre sino desde ese preciso momento. Más aún tras la eliminación en la Sudamericana, donde parecía que solo se podía iniciar la renovación (incluso desde este espacio se pidió eso). Las declaraciones de los jugadores en ese momento apuntaban a sumar la mayor cantidad de puntos posibles, algo en lo que piensan aquellos equipos que quieren evitar problemas con el descenso a futuro.

Vélez se encuentra en un lugar impensado hasta hace menos de un mes. Impensado porque a lo largo del semestre no se consiguieron los resultados ni se jugó como para pelear un título. Impensado porque hubo muchas dificultades para el plantel y el cuerpo técnico. Impensado porque, como lo admitió Gareca, es el peor año desde que está como entrenador. Así y todo, pelea el campeonato hasta el final. Llega a este lugar impensado pero que no es un lugar desconocido. Otra vez a un paso de lo más alto.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).