Al mal tiempo, buena cara

Como es costumbre, en Vélez cada vez que comienza la temporada y el calendario empieza a apretar, aparece el fantasma de las lesiones y esto complica los planes de Gareca a la hora de armar el equipo. Éste semestre no fue la excepción.

En el amanecer de la pretemporada, en un episodio bastante confuso, nos enteramos que Cabral había sufrido la fractura de la tibia y el peroné y los “refuerzos” aun no llegaban.

En la primera fecha del inicial tuvimos que sufrir por el tobillo del “chucky” Ferreyra que aun, a casi un mes de la alevosa falta (no cobrada) solo pudo jugar unos minutos en Ecuador sin gravitar en el juego, donde también se lesiono su otro tobillo.

Con el correr de los partidos, las bajas fueron aumentando. Primero Razzotti, que después de haber dejado el alma y el corazón para volver a jugar tras un parate de 18 meses, solo pudo disputar 25 minutos del partido con Lanus para volver a tener que sentarse a ver los juegos desde afuera por una lesión muscular.
Luego, en el mismo partido, nos agarramos la cabeza cuando vimos en el aire la pierna de Fer Tobio y pensamos lo peor, pero por suerte solo quedo en una lesión que le llevara 2 meses de recuperación.

Cuando ya todo parecía acomodado, llego el partido del Martes con Peñarol y promediando los 25 minutos del primer tiempo, la peor noticia. La incorporación del año (para muchos medios), Fernando Gago, miró al banco de suplentes y con cara de preocupación hizo el gesto que nadie quiere hacer ni ver…”no va más”.
Se seguían repitiendo las lesiones y el panorama no parecía muy alentador, pero como dice el titulo de esta nota, hay que mirarle el lado “positivo” a las cosas malas.

Salvo la lesión del “chucky”, quien todavía no tiene un reemplazante afianzado (a Rescaldani todavía le falta para ser el 9 de Vélez), la lesión de Tobio, abrió la posibilidad concreta de poder utilizar al mejor 4 de la actualidad sin tener que sacrificar a un emblema como Cubero y la lesión de Gago termino por acomodar el “hueco” que se había generado con la temprana lesión de Cabral y que el mismo Gago no terminaba de convencer  en una posición poco habitual para él y donde Romero puede aportar mucho mas por sus características.

Esperemos no tener que volver a hablar de lesiones y que el equipo, así como está, siga rindiendo como en la segunda parte del juego contra Peñarol porque como siempre me dijeron, al mal tiempo buena cara.

Por Alejandro Claps.