Medallero fortinero: Vélez 0 - 1 Independiente

Segunda entrega del 2013 y sì, segunda derrota. No quiero que se me considere una de esas personas piedras, donde en ese caso, es nuestro deber como hinchas impedir que esas personas vayan al estadio. Para aclarar y para  romper el mito, sólo comento que mi columna empezó con el ultimo Torneo Inicial y dieciocho fechas después, Cubero estaba levantando el título. Bien, volviendo al partido del sábado, claro está que nuevamente las categorías del "Malo" y el "Rústico" serán las más importantes, relegando quizás un poco los aspectos más positivos. Como siempre intentaré separarme del mero resultado y poder hacer un balance de todos los rendimientos, tantos buenos como malos.

• El Bueno: Sebastián Domínguez. Ojo, no fue fácil elegirlo. Recordando las imágenes impregnadas del partido frente al rojo, no hubo un jugador nuestro que se haya destacado demasiado y como consecuencia, debemos esperar a la salida del estacionamiento para poder saludarlo, felicitarlo, desearle la mejor vida y que no se retire nunca más -perdón recordé un episodio con el Cholo Posse en 1998- . Pero también, con intención de ser objetivos, hubo varios players fortineros que si bien, no tuvieron el partido soñado, cumplieron una buena labor. Y en este último concepto se encierra la tarea del central rosarino. Porque si bien, ese rival mezquino, tacaño. defensivo con que nos enfrentábamos, ni se dignaba a atacar, cada pelotazo que intentaba llegar al área de Sosa o cerca de allí, Seba Domínguez lo desarticulaba con una seguridad y precisión (sobre todo en la segunda etapa) que generaban ganas de aplaudirlo. Además, con los últimos suspiros del partido, se animó a agarrar la lanza y jugar casi como un volante más, dando cuenta que el orgullo y las ganas de ganar, para él, nunca cesan.
• El Malo: Emiliano Papa:  Creo que todavía me dura la bronca. Hace bastante - me remonto a tiempo de Hugo Tocalli, más o menos- que no veía al lateral izquierdo ser tan indefenso, vacilante e inestable. Jamás se proyectó como nos tenía acostumbrados en campeonatos anteriores y a sus espaldas, cada vez que podían, Mancuello y Ferreyra se hacían un festín. Dubitativo hasta en los laterales, Emiliano no se encontró ni con su juego ni con nada. Pero está bien, no hay que salir a la plaza a pedir su cabeza, es sólo una baja en su rendimiento lógica. O que se yo, todavía sigo creyendo y aferrando a ese ultimo pensamiento.
• El Rústico: Ezequiel Rescaldani. Y sí, caía de maduro. Inexplicable situación la de este pibe nacido en Leones hace veinte junios. 1-0 abajo, inicio del segundo tiempo, un rebote y la pelota aparece milagrosamente en el centro del área, ahí justo en el punto del penal. Amagó como Dios manda, eso sí, cuando el arquero rival salió a achicar. Pero con tanto tiempo y espacio, pregunto: ¿Era tan difícil patearla con la de palo? Te juro que yo quizás - y eso que con la pelota me cuesta más que las operaciones matemáticas con logaritmos-  lo hacía.. Aún no entiendo muy bien que fue lo que quiso hacer, si acomodarla, si tomarse un tiempo de más para demostrar que no le pesa ser el delantero del fortín, o si realmente le pifió. Igual, para mí, lo peor de todo, es que el sábado era una buena oportunidad para Rescaldani, de mostrarse, convertir un par de goles y estar en la boca de todos una vez finalizado el partido cuando se sale de la cancha. Condiciones tiene, pero esa jugada es poco perdonable.