Esa hermosa obsesión

El 13 de enero cuando sentado desde la tribuna Colombres del Estadio Centenario vi a ese Vélez darle tal clase de fútbol a Peñarol por 3 a 1 pensé una sola cosa: “Este equipo es el próximo campeón de la Copa Libertadores”. Ese Vélez, con Cabral en la cancha y todos sus titulares (a excepción de Gago) lo pasó por arriba, literalmente, al campeón uruguayo y ya empezaba a perfilarse como uno de los grandes candidatos a quedarse con la Copa más importante del continente a nivel clubes.

Un mes después la historia empezó torcida en Guayaquil pero luego se fue enderezando y tal es así que el conjunto de Gareca se clasificó a la próxima ronda una fecha antes y siendo uno de los mejores primeros.

Si analizamos el andar del Fortín en esta primera ronda, en el mano a mano con los tres equipos que se enfrentó fue superior a todos. El Deportes Iquique fue uno de los equipos más débiles de la Copa el cual nunca inquietó a Vélez, ni en Chile ni en Liniers, que lo derrotó con contundencia en ambos encuentros. Ante Emelec es difícil analizarlo ya que en Ecuador era el debut del equipo –con los nervios que eso implica- en lo que fue un partido parejo que se terminó definiendo con un gol en contra; en cambio en el Amalfitani el equipo de Gareca fue mucho más que su rival pero chocó con una defensa aguerrida, estructurada y un equipo que vino a buscar lo que consiguió: el empate y clasificación. Lo más destacado de Vélez fueron sin dudas los triunfos ante Peñarol, en estos choques sí que el equipo de Gareca demostró porqué es candidato a llevarse la Copa, Vélez le manejó la pelota al equipo uruguayo con frialdad en gran parte del partido como visitante y de local supo reponerse rápidamente al estar en desventaja y lo terminó definiendo con esa clase, prestancia y seguridad que se necesita para ganar la Copa Libertadores.

¿Y ahora que se viene? Para algunos ahora empieza la verdadera Copa Libertadores con los cruces mano a mano, equipos frente a frente peleando por determinar quien es el mejor. Al Fortín –por esas cosas de la Copa- le tocó un viejo conocido del torneo doméstico como Newells. Qué puedo analizar de un equipo al que se lo ve día a día y que tiene dos cartas muy importantes como su técnico, el “Tata” Martino, que planta equipos con una fuerte idea de juego, y como su goleador intratable en los últimos tiempos, Ignacio Scocco. Pero también tiene otros pilares como el “Gringo” Heinze en defensa o Maxi Rodríguez en la mitad de la cancha. Si bien en la primera fase tuvo un andar irregular y terminó clasificando a pesar de ser goleado en Asunción ante Olimpia, todo lo antes mencionado lo califica como un equipo de temer, frente al que hay que estar con los ojos bien abiertos en todo momento ya que un segundo de distracción puede ser letal. Seguramente con Vélez nos regalen uno de los cruces mas interesantes de la Copa (vaticino muchos goles)  porque los dos proponen, los dos tienen jugadores que manejan el balón de forma exquisita y ambos tienen dos entrenadores que también están obsesionados con la Copa.

¿Qué puede pasar después de Newells? El rival sale de Boca o Corinthians. En la previa todos pensaríamos que un choque ante el Xeneize es más accesible pero con un Boca de Bianchi y Riquelme nunca podemos confiarnos porque ya han demostrado en situaciones similares agrandarse en la Copa. Los brasileños, por su parte, son el último campeón y sacaron la misma cantidad de puntos que Vélez en Primera Fase pero convirtieron diez goles y son el menos goleado del torneo con tan solo dos goles en contra. Al equipo campeón de la edición pasada se le sumaron figuras de la talla como Paolo Guerrero, Alexandre Pato, Renato Agusto y la promesa Romarinho.
Luego, ya en Semi-finales podrían llegar el Atlético Mineiro de Ronaldinho, Donizete y Tardelli –el mejor hasta el momento de la copa- que aplastó a todos sus rivales; el siempre respetado Sao Paulo con Rogerio Ceni, Luis Fabiano, Lucio, Ganso y Jadson; la sorpresa mexicana Tijuana dirigida por el “Turco” Mohamed y que cuenta con los argentinos Gandolfi, Cristian Pellerano y Alfredo Moreno; o el Palmeiras que milita en la segunda división del Brasileirao.
Ya pensando en una final -ha modo de completar esta información- podemos destacar a los brasileños Fluminense y Gremio, o al conjunto colombiano Independiente Santa Fe que se encuentra invicto hasta el momento. Más atrás aparecen (en las chances previas) Nacional de Montevideo y Olimpia –ambos por su tradición copera- y en un último pelotón: Real Garcilaso, Emelec y el conocido Tigre.

Retomando lo que dije en un principio, ese 13 de enero creí ver al futuro campeón de la Copa.Quizás fue solo una percepción errónea, quizás no. Pero el hincha velezano no debe confundirse por los malos resultados en el torneo local y por la supuesta pérdida de la identidad de este equipo en las últimas fechas. Hay que analizar que las lesiones están dejando su mella pero estoy seguro que ninguno de los jugadores no tiene en la cabeza otra idea que no sea la de quedarse con el trofeo que el club consiguió hace casi dos décadas. Por esto, y porque tiene un arquero que atajó las últimas dos finales de la Copa, porque en defensa estando todos bien se entienden a la perfección, porque en el medio se tiene quite, garra, pero también calidad con Gago y el Pocho, y porque adelante cuenta con dos animales del área como Pratto y Chuky Ferreyra, me animo a decir que éste no será un torneo más para el Fortín.

Las cartas ya están echadas, la pelota ya empieza nuevamente a rodar; hagan sus apuestas señores…. eso sí, si me pregunta, póngale un pleno al Fortín…. ¿No me cree? Hágame caso, yo se porqué se lo digo.

Por Nicolás Ceballos.