Para seguir creciendo: Colón 2 - 1 Vélez

Otra vez Gareca mandó un equipo alternativo a la cancha. Ante la seguidilla de lesiones y lo difícil que está pelear el torneo local, el Tigre optó por guardar la mayoría de los titulares para la Copa Argentina. Por eso, una formación inicial parecida a la que visitó a Lanús y Belgrano fue a Santa Fe.

Al igual que en aquellas dos ocasiones, fue una inmerecida derrota. Esta vez sin tantos “pibes”, Vélez fue más que el rival a lo largo de los 90 minutos. Sostenidos en la solidez de Cubero y Sabia en el fondo más el despliegue de Cerro en el medio, la “juventud velezana” se encargó de doblegar al Sabalero en su cancha. A pesar de los méritos hechos para quedarse con los tres puntos, una desatención sobre el final del partido dejó al Fortín con las manos vacías.

Tal como declarara Gareca después del encuentro, el error fue dar por terminado el partido antes del pitazo final del árbitro. Gino Peruzzi, que sintió el cambio de perfil al jugar de lateral por la izquierda, quedó muy lejos de Curuchet y el extremo de Colón marcó el 2-1 definitivo. Al igual que en Córdoba, cuando Martín Zapata recorrió gran parte del terreno fortinero con el balón dominado y sin ser molestado, antes de tomar el rebote que le permitiera marcar el tanto pirata, una distracción en tiempo agregado se paga con una derrota. Es cierto que esta vez, quienes quedan más expuestos por el error son Peruzzi y Sabia, dos jugadores con bastante experiencia, sin embargo la “siesta” fue generalizada porque se inicia en la otra punta de la cancha, con una permisiva marca que da la posibilidad de un cambio de frente sin complicaciones.

Al poner un equipo alternativo, es lógico que algunos resultados no se den. Más difícil aun, es cuando el equipo es una mezcla entre titulares y suplentes, por la falta de costumbre a jugar juntos. La de Santa Fe, es una nueva derrota que duele. Porque siempre duelen las derrotas y porque se mantiene una racha negativa en el torneo local. Duele más por los pibes, por esa fuente inagotable de talentos que son las inferiores y que darán grandes alegrías. Al fin y al cabo, lo importante es que hay mucho para rescatar y aprender. Se rescata el talento y la guapeza de los jóvenes que entraron y merecieron ganar en una cancha difícil, ante un rival en levantada. Queda para aprender, mantener la atención hasta que el árbitro decida terminar el partido. Estas derrotas son parte del crecimiento por el que están pasando muchos de estos chicos. Cuando se aprendan estos pequeños detalles, dejarán de ser promesas para ser realidades y los resultados llegarán solos.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).