Se renueva

La actuación de Vélez en Rosario permite que el hincha se ilusione. No por pelear este torneo que, a pesar de la mala campaña del Fortín, lo tiene a seis puntos de la cima sino de cara al futuro. Juveniles que son una realidad, más chicos del club que llegan a primera, otros que se van consolidando y algunos “grandes” que parecen estar recuperando su nivel.

Puede parecer un consuelo de pobre, pero recibir buenas noticias al cierre de un mal año permite vislumbrar una luz esperanzadora para el futuro. Sin dudas, lo mejor de la jornada rosarina fue la actuación y los goles de Ramiro Cáseres. Para un juvenil que está teniendo sus primeros minutos en la máxima categoría es vital sumar confianza con partidos como éste. Sin embargo no deberá cargarse al delantero de 19 años el peso de ser “el salvador” para el 2014. Cáseres tiene un futuro prometedor y puede ser una importante carta de recambio para el próximo semestre, pero Gareca tiene bien claro que no deben apurarse los tiempos de los “chicos” y la gente también deberá ser paciente cuando las cosas no le salgan. También es positivo saber que la cantera parece ser inagotable, Perez Acuña es un nuevo juvenil que llega a Primera de la mano de Ricardo Gareca y tuvo una buena actuación, a pesar de haber bajado un poco su nivel en los últimos minutos. El nivel mostrado por Insúa, Domínguez, Sosa y Papa demuestra que aquellos que supieron ser pilares fundamentales en logros pasados pueden recuperar esa categoría demostrada. Ellos también deben ganarse un lugar en el plantel del 2014, y solo la presencia de “grandes” puede hacer que el equipo luche en un semestre con doble competencia.

La regularidad es la “incorporación” que falta. Incluso a nivel individual estuvo ausente este año. Más allá de las lesiones, las ventas de junio y las pocas incorporaciones, pocos jugadores han mantenido un nivel de 6 ó 7 puntos en cinco partidos consecutivos. En ese marco se hizo imposible que el equipo mantuviera un buen nivel en esa cantidad de jornadas. Incluso se veía una extraña irregularidad dentro de un mismo partido, tal como pasó en Rosario con una hora de gran nivel y aprovechando los errores del rival, pero con los últimos 30 minutos en los que el equipo se apagó, quizás relajado por la holgura del resultado, y terminó sufriendo innecesariamente.

Deberá trabajarse mucho para corregir errores. Recuperar, si es que se perdió, el hambre de gloria. Habrá que analizar detenidamente los motivos de tantas lesiones. Más allá de los nombres propios que formen el plantel y el cuerpo técnico el próximo semestre, los cambios deben estar para mantener la jerarquía que el club se ha ganado. Que la renovación aparezca antes de fin de año y con los mismos nombres es (o sería) una gran noticia.

 Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).