Hablaste de Ramiro Cáseres en una nota y lo comparaste con Kun Agüero. ¿Te sorprendieron los tres goles o sabías que podía dar esto?
Cáseres es un jugador con características interesantes. Que hiciera tres goles en un partido tan difícil y en cancha de Central era complicado de imaginar, pero dejó en claro que lo puede conseguir. Pensarlo desde el vamos, en uno de sus primeros partidos como titular, era difícil: lo hizo y estuvo a punto de marcar el cuarto.
Cáseres ha tenido un gran nivel, pero ayer aparecieron en toda su dimensión –quizás mayor que en todo el campeonato- los referentes: vos, Seba Sosa; Pocho, que no tuvo un buen semestre; Pratto y el esfuerzo de siempre... ¿Qué importancia tiene que ustedes reaparezcan y cuánto repercute en el equipo?
Al ser un equipo a veces podemos tener altibajos. A nivel grupal nos ha costado mucho encontrar la regularidad: no hubo ningún jugador que haya podido mantener el nivel a lo largo del año. No coincidió que todos pudiéramos tener tres o cuatro meses buenos, en los que Vélez se hacía fuerte y peleaba hasta el final. Así y todo, tenemos los mismos partidos perdidos que cuando salimos campeones en 2012: si sacamos puntos en los tres que nos quedan no será una mala campaña. Quedar afuera temprano de la Libertadores y de la Sudamericana nos golpeó. Fue difícil acostumbrarse a ganar y antes resultaba natural, pero no creo que haya pasado por un bajón de jugadores puntuales o referentes.
¿Cuánto sirvió el triunfo contra Central en cuanto al grupo?
Hablamos antes del partido que no nos daba lo mismo terminar con 21 puntos que con 33 y tratamos de transmitir eso. Tenemos claro que estamos fuera de la lucha por el campeonato, pero que hay que hacer que estas tres fechas que quedan valgan la pena. En el futbol hay dos momentos: cuando todo va bien y cuando todo va mal. En las buenas es más fácil ser compañero; en las malas, hay que poner a la persona adelante del profesional. Eso no se perdió en el grupo: fue el año más duro y no hubo ninguna conducta fuera de lugar. Es importante regalarnos un buen final de campeonato: con 33 puntos estaríamos dentro de una campaña normal de Vélez.
¿Al jugador de fútbol lo motiva un clima hostil como el de Rosario?
Hay un momento en tu carrera en que no pesa tanto la gente, pero son partidos lindos para jugar. En Rosario se vive el fútbol como antes, la gente va caminando a la cancha; en Vélez me acostumbre a jugar de local con nuestra gente cosas importantes y con recibimientos increíbles: en etapas definitorias nos ha potenciado y nos ha hecho muy bien.
¿Tenés una opinión formada sobre la continuidad de Gareca?
De eso se habló antes del partido con Central. La idea es siempre ir al frente y apostar a ser protagonista en todas las canchas. Había que defender el objetivo de cinco años en cuatro partidos: lo que hicimos con Central es lo que habrá que hacer los próximos tres. Lo único que puede convencer a Ricardo es vernos enchufados y con ganas de seguir dando todo por Vélez. Ayer hubo cambios, entraron chicos jóvenes y se sintieron respaldados: son pequeños logros y satisfacciones para el entrenador. Más allá de todo el balance lo hará por los cinco años y no por este último.
¿Si tuvieras que encontrar razones para explicar el peor año desde que está Gareca al frente del plantel, cuáles mencionarías?
Sigo pensando que los partidos con Newell´s y Ponte Preta fueron insólitos. Mirá lo que pasó en el partido con Central: hubo seis rebotes en el área y la pelota le quedó a Ramiro para definir. Una jugada de esas en las copas nos habría clasificado.A veces el fútbol es así: vas, vas, vas, vas, te equivocás y pagás. En el primer semestre apostamos a la copa, pensábamos que podía ser nuestra y tuvimos entre diez y trece lesionados en cuatro meses.
Se habló mucho de eso…
Los Vélez anteriores manejaban una base de ocho o nueve jugadores que salían de memoria. Esta vez no pudimos tener esa continuidad: partidos muy pegados, lesiones y una falta de fortuna que es la excusa del perdedor, pero que con nosotros fue muy real. No fue un buen año y podemos estar mejor, pero sentimos –sobre todo en las copas internacionales- que no ligamos una.
¿Cómo ves una posible definición contra un San Lorenzo llegando con chances a Liniers en la última fecha?
Entendemos la situación de jugar con San Lorenzo. Sabemos lo que representa enfrentarlos. Va a ser un partido con mucha presión, pero habrá que sacarlo adelante. Vélez, cuando tuvo que jugar a cancha llena por cosas importantes, lo hizo bien. Con San Lorenzo nos vamos a jugar la vida como nos la hemos jugado siempre en esta clase de partidos, por el sentimiento del hincha y con ellos jugando por el campeonato en Liniers.
¿Se propusieron bancar al entrenador dentro de la cancha?
No nos apoyamos en la espalda de haber salido campeones cuatro veces. El fútbol se renueva, hay que estar vigentes y rendir. Queremos que el hincha y el entrenador sepan que con este grupo podemos volver a pelear cosas y se sientan identificados con nosotros. El aplauso final con Ponte Preta fue muy importante para nosotros: una demostración de cariño en un momento en el que era difícil ser comprensivo y pudimos habernos ido puteados.
¿Qué podés decirnos de Cardozo?
Facundo es un marcador central rápido, con buen anticipo y juego cuando tiene la pelota. Arrancó más adelante y atrás es normal que le sobre tiempo para jugar con los pies. Él, junto a Ramiro y otros chicos que han subido, son las apuestas de Vélez. Hay que acompañarlos.
Para ir cerrando: le diste una alegría a Pablito visitándolo en el hospital y es una situación para destacar…
El mundo de Pablo es uno muy distinto al que me tocó vivir a mi o a muchos de nosotros. Verlo es un golpe de realidad. A Pablo le hacen bien las demostraciones de afecto, le cambian el humor. Lo voy a volver a visitar como amigo y no como jugador. Con Pablito se puede charlar, es un chico divino. Espero que tanto él como otros nenes puedan mejorar y ser felices, y que su situación cambie rápidamente.
Nota: Tomás Amerio, Juan Manuel Lombardero y Patricio Mahon
Edición: Juan Manuel Lombardero (@LombarderoJM en Twitter).
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