Creciendo en silencio: San Lorenzo 1 - 2 Vélez

Vélez sigue creciendo en voz baja. Ante San Lorenzo, más callados de nunca. Los organismos de (in)seguridad dispusieron que los cruces entre El Fortín y el Ciclón sean sin público visitante. Sin el respaldo de su gente, los gladiadores de Gareca se hicieron fuertes en el Gasómetro. Al margen quedará la “poca presión” que sufrieron del público local, como lo marcara Caruso Lombardi post partido.



 Una vez más el armado del equipo fue problemático, aunque no tanto como otra vez. Gino Peruzzi dio cátedra, una vez más, de cómo marcar a Neymar, esta vez jugando para la Selección, en su versión doméstica. La consecuencia fue una lesión que le impidió jugar ante San Lorenzo. Se compensó con el retorno de Cubero, pero con poco ritmo de juego y entrenamiento. Bella y Romero mantuvieron sus puestos y los rendimientos que tuvieron ante River. Es en estos detalles en los que Vélez demuestra ser un Equipo. A diferencia del resto, cuenta con 14 o 15 jugadores totalmente capacitados para ser titulares de un equipo que pelea por el campeonato. Al mismo tiempo, surgen jóvenes casi desconocidos que también están a la altura de sus compañeros. Las pocas y buenas incorporaciones se acoplan rápidamente. Si la semana pasada fue la consagración de Lucas Pratto, esta vez fue el turno de Chucky Ferreyra. En ambos encuentros uno se lució gracias al sacrificio del otro, acompañados de gran manera por Insúa y Cabral. En la movilidad de los tres de arriba y la llegada que aporta Tacita desde la mitad de cancha, son la base del funcionamiento del equipo. A medida que pasan las fechas se conocen y sincronizan cada vez mejor.

 Cada vez más acostumbrados a situaciones adversas, tanto jugadores como cuerpo técnico demuestran, dentro y fuera de la cancha, como pelear un campeonato a base de humildad y por sobre todas las cosas, buen fútbol. Son cada una de las dificultades que se enfrentan, desde lesiones hasta este tipo de decisiones de los entes organizadores, las que hacen que Vélez siga creciendo de a poco. Mientras muchos se quedan con las peleas internas de otros clubes o las cuentas que hacen otros para evitar el descenso, El Fortín se trepó a la punta. A la espera de dos partidos claves, ante rivales que parecen serán con los que se peleará el campeonato palmo a palmo. Mientras el equipo crece sin hacer mucho ruido, la gente acompaña como si fueran todas finales y en vez partidos de práctica. Mientras el silencio lo hacen los protagonistas, los hinchas no pueden acallar la ilusión.

Por Alejandro Germino.