Medallero fortinero: Vélez 2 - 1 Belgrano

Segunda entrega de este podio que intenta resaltar lo más importante del juego. A continuación podrán notar las mejores cosas del equipo (tanto en la categoría del bueno, el lírico y la sorpresa) correspondiente a la victoria ante Belgrano por 2 a 1. Pero también advertir con el rústico y el malo las cuestiones a corregir. 

El Bueno: Lucas Pratto. Difícil elección principalmente porque se ganó con el último esfuerzo, sin sobrar nada. Y en un hipotético podio de actuaciones destacables, me quedo con el ex-atacante de la Universidad Católica por encima del Pocho Insúa y de Gino Perruzi, también con sobresalientes performances. ¿Por qué? Porque Lucas no se cansó de pivotear, pedir la pelota, rasparse contra los duros centrales de Belgrano y hasta nos regaló alguna que otra apilada que nos tiene acostumbrado. Falto el gol, eso sí. Pero transcribo lo que me comentó un amigo en la cancha, después del partido: “Corre y está con una confianza enorme. Imaginate cuando empiecen a venir los goles”

El Malo: Alejandro Cabral. No hubo una figura rutilante, pero tampoco apareció alguien que desentone con el funcionamiento del equipo y que en las cuentas finales del partido termine con saldo negativo. El rendimiento de los once fue parejo con la calificación de aprobado para todos, sin embargo hay que elegir alguien para esta categoría (y no se pueden incluir los rivales). Por esa causa, el lugar es para el porteño Cabral. Se lo vio molesto, un poco impreciso –un poco nomás- y sin esa capacidad que tiene para diagramar las jugadas. Quizás influyó la temprana lesión de Cerro, socio fundamental en el medio para Ariel, o la cantidad de mediocampistas defensivos que tenía Belgrano. Igual, no es para preocuparse, sigue siendo una pieza fundamental en el esquema y en mi humilde opinión, no merece de ningún modo el banco de suplentes.

El Lírico: Federico Insúa. Candidatazo desde el principio de la temporada a quedarse la mayoría de veces con este premio. Y es que el Pocho reúne todo aquello que se emparenta con la camiseta número diez en Argentina: Zurdo, elegante, con calidad y hasta con cierta displicencia. Quizás el problema es cuando aquella displicencia se traslada a lo largo del partido, sus pisadas características se tornan intrascendentes y permanece desconectado. Por lo pronto en este encuentro, nuestro enganche no desapareció – sobre todo cuando el partido parecía fundirse en un empate-, la pidió casi siempre y con algunos enganches rompió la línea defensiva de Belgrano generando peligro. Además un hermoso túnel a Farré hizo que todavía me encuentre aplaudiendo de pie, dieciséis horas después de haber terminado el “match”.

El Rústico: Fabián Cubero y Emiliano Papa. Los dos a la final. Casi todo el mundo hará foco en la equivocación del marido de Nicole (este apodo es otra manera de mostrar mi admiración por Fabián) quien posterior a su gol, se confió – demasiado- y le terminó regalando la pelota a Jorge Velázquez para que envíe un centro y Martín Zapata sólo la tenga que empujar. Una equivocación que nos costó bastante cara. Pero si uno analiza todo el encuentro sabe que quince minutos antes existió una falla similar, esta vez en los pies del rosarino Papa. Y a no ser por la doble atajada de Montoya y el bendito travesaño en el que se estrelló el remate de Pittinari, todavía algunos lo estarían insultando. Como contrapartida hay que ser justos para decir que los dos jugadores fortineros tuvieron un rendimiento más que aceptable defensivamente, estando bastante firme en la marca (cada vez mejor lo de Emiliano) y cerrándose cuando la jugada lo pedía.

El Sorpresa: Fernando Tobio. Gana este premio no porque haya sido su debut en la primera de Vélez ( si mis estadísticas no me fallan ya lleva 61 encuentros en su haber) ni tampoco ha tenido ayer su jornada ideal, esas que se sueñan con un golazo sobre la hora o con una salvada en la línea. Aquello que asombra y sorprende es la regularidad con la cual el oriundo de Ramos Meija disputa este torneo Inicial 2012. Ubicado en su posición natural – de dos- corriendo a la izquierda de la dupla central a Seba Domínguez, Fernando se muestra como un zaguero seguro, sacando casi todo tanto de arriba como por abajo y con fuerza física que en otros campeonatos no se lo había observado. Quizás esta combinación entre experiencia y juventud era la renovación que la defensa necesitaba para volver a ser fiable y permite recordar, aunque sea por unos segundos fugaces, el campeonato ganado en 2009 con Otamendi y Domínguez como baluartes. Por último, ni olvido ni perdón para los pataduras de Belgrano que con mala intención terminaron fracturando a Copete. Además después se los tiene que escuchar despotricando contra Lunati.

Por Jeremías Batagelj (@jbatagelj en twitter).