Se hizo fuerte de local

Seis de seis. Difícil imaginar un comienzo mejor para este Vélez que poco auspiciaba tras la dolorosa caída ante Estudiantes de Buenos Aires, herida que aún no cicatriza, pero que hoy pasó desapercibida. El triunfo fue laborioso por momentos, y no tanto en algunos pasajes del partido. De movida se vio a un equipo que salió decidido a buscar los tres puntos, y a otro que especulaba. No hace falta ponerles nombre.

Vélez se hizo dueño de la pelota desde el pitido inicial, con excelentes movimientos en el medio campo, en un primer tiempo en el que Cabral se destacó muchísimo, y en el que Lucas Pratto jugaba de todo, en el medio y arriba. Arsenal nunca encontró el partido en esos primeros 45 minutos y El Fortín hacía lo que quería con la pelota, incluso meterla en el arco rival. Porque Nanni, tras una gran asistencia de Cabral se enfrentó mano a mano con el arquero Andrada, que le ahogó el grito de gol al pistolero, pero que nada tuvo que hacer ante la embestida de Pratto para decretar el primer gol del encuentro y desatar la locura en la hinchada velezana. Cuanto se ansiaba gritar un gol en la cancha.

A partir del 1-0, y con la leve tranquilidad que transmite ir ganando, Vélez jugó con las deficiencias de Arsenal, que son varias, y se acercó varias veces al arco del visitante, sin generar demasiadas ocasiones de gol. Poco a poco se fue diluyendo el juego de Vélez y el partido por momentos se tornó aburrido. Arsenal no sabía y Vélez no podía. Así terminó la primera mitad, en la que el arco de Sosa apenas pasó zozobra con alguna jugada de pelota parada del rival y un cabezazo de pique al suelo que sacó con los reflejos que caracterizan al golero uruguayo.

El segundo tiempo comenzó tal y como había finalizado el anterior. A Vélez le costaba avanzar y muchas veces Lucas Pratto debía retroceder muchos metros en el campo para iniciar los ataques fortineros, pero en defensa no se sufría, en parte por la gran actuación de Fabián Cubero y Sebastián Domínguez, y con un más que correcto desempeño de Facundo Cardozo. Pasaban los minutos y transcurría poco, hasta que Nanni, de flojo partido, cabeceó tibiamente una pelota parada y Marcone, queriendo despejar, terminó de introducirla al arco. 2-0 y a otra cosa.

A partir de la diferencia sacada, Vélez se relajó y comenzó a tocar y a salir de contra aprovechando los huecos que dejaba el medio campo del arse cuando atacaba. Así llegaron varias opciones de gol en los pies del turquito Asad, que ingresó por Correa, de Caraglio, que entró por Nanni, y alguna de Brian Ferreira, que reemplazó a Rolón, de un despliegue físico increíble.

A partir de la relajación, también llegaron los errores defensivos. El segundo tiempo de Cubero no se pareció mucho al primero, y varias veces perdió el duelo por izquierda con Aguirre. Arsenal tuvo algunas ocasiones de gol que terminó aprovechando sobre el final con el gol de Zelaya. Ya poco quedaba de partido y sería triunfo del fortín para decretar su segundo triunfo en dos partidos y ponerse, en lo poco que va de campeonato, en la cima de la tabla.

Por Alan Rosenfeld
Twitter: @RosenfeldAlan