En defensa de una idea

Como pocos equipos en el fútbol argentino, Vélez tiene un estilo de juego ofensivo y arriesgado. A diferencia de la mayoría de sus rivales, el equipo del Turu Flores quiere tener la pelota. Le gusta la responsabilidad de la posesión y el protagonismo. Pero en ocasiones el estilo propio se convierte en la mejor arma rival.

Vélez recibió muchos elogios tras golear a All Boys, luego de la remontada ante Belgrano, posterior a los triunfos coperos, e incluso después de perder ante Newell´s y Lanús. Siempre por el estilo de juego que propone el Fortín. Es uno de los cambios que impuso el Turu Flores tras la partida de Gareca. El Tigre le preocupaba el equilibrio y la solidez, mientras que el actual entrenador muestra que la desfachatez que mostraba como jugador la mantiene como técnico. Como canta el hincha “no importa en qué cancha juguemos”, la propuesta es la misma. Salvo en la primera fecha ante Tigre o el primer tiempo contra Arsenal en Sarandí, Vélez nunca fue superado por el rival. Se agrega el segundo tiempo con Newell´s, pero con el agravante de tener una desventaja en el marcador muy grande. La derrota con Lanús, con los rosarinos y con Rafaela, se debió a fallas individuales y puntuales del partido. Un error en la salida, perder una marca, una pifia, hicieron que se perdieran puntos en el camino. Al defender por momentos uno contra uno, se corren riesgos que para algunos son innecesarios, pero es así como se logra que haya siete jugadores propios en posición ofensiva. Incluso defendiendo mano a mano solo Newell’s y Lanús generaron muchas situaciones de riesgo contra el arco de Sosa. No es casualidad que hayan sido solo los otros dos equipos que tienen la misma mentalidad que el Fortín. Rafaela ganó aprovechando el puñado de ocasiones que tuvo, así como Belgrano complicó acertando una de las dos veces que pateó al arco en todo el primer tiempo. En todas las derrotas, Vélez falló mucho al momento de la definición. A pesar de ser el equipo más goleador del campeonato, tiene un bajo porcentaje de efectividad que lo hace vulnerable.

Este renovado Vélez apuesta al golpe a golpe porque sabe que en el “nombre vs nombre” es superior a la mayoría. ¿Cuántos arqueros mejores que Sosa hay en el torneo? ¿Qué dupla ofensiva es mejor que Zárate-Pratto? ¿Hay centrales con la solidez y la técnica para jugar como Domínguez? A las virtudes individuales le suma el funcionamiento colectivo, propio de un grupo que lleva más de cinco años con una base similar e incorporando chicos de las inferiores que llegan con los mismos conceptos que tiene la primera. Sin dudas que hay cosas por mejorar. Desde no desperdiciar las chances que se tienen en ofensiva hasta poder responder mejor los ataques rivales. Son los resultados  los que dan o quitan puntos, y hay quienes adhieren solo a ellos. Más allá de lo que pase a lo largo de los 90 minutos algunos solo se preocupan por la placa final. Esta idea de juego no da garantías en ese aspecto, aunque arriesgando como lo hace Vélez hay más chances de ganar que especulando con el error rival. Esta misma idea que puede generar preocupación, es la misma que puede dar grandes gustos y alegrías.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).