Te empuja desde muy alto

Hay golpes que duelen mucho. A veces por lo fuerte, otras por quien golpea, otras por lo inmerecido. Este último caso es el ocurrido en La Paz, porque los juveniles velezanos estaban jugando un gran partido ante un rival que sabe manejar a su favor un factor fundamental, los 3600 metros sobre el nivel del mar.

Es cierto que The Strongest fue superior, la geografía más la experiencia permitían al equipo boliviano manejar el partido pero con un par de llegadas no fue era un dominador claro ya que Vélez también se acercó con un par de remates de Correa. Los pibes jugaban como si tuviesen una gran experiencia en este tipo de partidos. Aguerre desde el arco demostraba, una vez más, tener la personalidad necesaria para ocupar el arco fortinero.

Pero todo se derrumbó cuando el arbitro chileno Bascuñan cobro el penal que solo él vio. Ya había demostrado su localismo al amonestar a Aguerre minutos antes por "demorar". Luego compró el piletazo del delantero del conjunto boliviano, el cual no necesitó repetición para saber que fue actuado. Para colmo, el arquero velezano estuvo muy cerca de contener el penal. Allí el partido sufrió un quiebre, Vélez estuvo obligado a arriesgar más, faltaba más de media hora y el Fortín debía hacer un esfuerzo extra para conseguir el empate. El esfuerzo se pagó caro, con otro tanto en contra producto de un ataque rápido, demasiado rápido para cuerpos ya sin aire a falta de diez minutos para el cierre.

Hay mucho mérito en los jóvenes que vistieron la V azulada y dejaron todo en la cancha. Merecieron mucho más, pero vuelven heridos en su orgullo por el empujón del chileno desde los más de 3000 metros de altura. Vuelven con las manos vacías, pero con la frente alta por el gran partido realizado.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).