Uno x Uno: Vélez 3 - 0 All Boys

Sebastián Sosa (7): Sobrio. All Boys no lo inquietó demasiado, pero se lució en el último cuarto de hora con  una doble tapada descomunal. Fue práctico en la salida, tanto por el piso como en las pelotas aéreas.

Fabián Cubero (7): Impasable e incansable. No paró nunca. Presión alta, enorme despliegue físico y colaboraciones en ataque. Un par de imprecisiones no opacaron su gran partido. No lo amonestaron.

Sebastián Domínguez (8): Enorme. Cortó por abajo, anticipó por arriba y fue claro en los primeros pases. Estuvo siempre bien parado en los cruces. Y sigue puliendo su pegada: Mauro le prestó un tiro libre y reventó el travesaño.

Fernando Tobio (9): Un animal. Vehemente para marcar y prolijo para salir, con timing asombroso. Ganó todas las divididas y se soltó con la pelota en los pies.

Emiliano Papa (9): Grande, Papita. Bien en el retroceso, mejor en el avance. Ganó por K.O el duelo con Cabrera en todos los sectores de la cancha. Presionó, gambeteó, se asoció y fue incisivo: terminó varias jugadas en el área. De yapa, pisadita y un caño inolvidable.

Lucas Romero (10): Bestial. No existe la perfección, pero este pibe está cerca: mete, guapea, roba, abre, pide, pausa, toca, se muestra, acelera y profundiza. Lo hace y lo vuelve a hacer. Propios y extraños juegan a su ritmo; espectadores, también. Potencia a los demás. Será difícil retenerlo.

Leandro Desábato (9): Mete presión. La ausencia de Allione y el cambio posicional de Romero le permitieron jugar en su región natural y la rompió. Quites quirúrgicos, algunos lujos y ratos de alto vuelo futbolístico. Pide pista.

Alejandro Cabral (8): Elegante. Ayudó en defensa y fue fundamental en circulación: casi todas las pelotas pasaron por él. Encontró en Papa un socio ideal para descargas obligadas. Metió, como siempre, algún chiche de fútbol cinco.

Jorge Correa (9): Picante. Arrancó en la derecha, pero encontró su lugar en el medio. Atrás de Zárate y a espaldas de los volantes rivales, armó un lío bárbaro y destrabó el partido con diagonales punzantes. Imparable, combinó con Mauro y liquidó a Cambiasso con un zurdazo cruzado. El público coreó su nombre.

Lucas Pratto (7): Raro. El equipo brilló, pero él estuvo fastidioso. Sin embargo, no restó: suplió errores puntuales con movilidad, participación y sacrificio. Su pie dejó mano a mano a Zárate en el 1-0. Se retiró entre aplausos.

Mauro Zárate (7): De racha. A las dos en Sarandí, sumó una firma para ser el único goleador del campeonato. Con y sin pelota, fue importante para juntar marcas y abrir espacios. Tuvo chances concretas de ampliar la cuenta personal, asistió a Coco en el segundo y salió ovacionado.

Ramiro Cáseres (6): Coronó. Vélez ganaba y gustaba, pero no goleaba y Turu le dio paso a Ramiro: el pibe de Ituzaingó recibió un rebote largo, enganchó y metió un bombazo al primer palo.

Leonardo Rolón (5): Sin injerencia. Entró de volante derecho y alternó buenas y malas. Alguna llegada al área, algún tiro al arco y alguna pelota perdida. Cambiasso lo tumbó en el área segundos antes del derechazo de Cáseres.

Brian Ferreira (5): Regular. Intentó brindar dinamismo, pero no estuvo fino a la hora de eludir. Sin embargo, pudo mojar: con perfil cambiado, se hamacó, abrió el pie diestro e hizo lucir al arquero visitante con un tiro esquinado.


@lombarderojm