Por méritos propios

Vélez goleó a San Martin (SJ) por virtudes propias y aprovechando errores del rival. Sin embargo, y una vez más, algunos quieren justificar el triunfo fortinero por un arbitraje favorable.

Se debe dejar en claro, desde un principio, que el arbitraje de Diego Abal fue paupérrimo. También debe remarcarse la declaración de Gareca en conferencia de prensa “cuando fue la expulsión ya ganábamos 2 a 0”. Con un extraño (por lo poco habitual) tono de enojo, el Tigre frenó al periodista que planteó la roja a Alderete como el momento de “quiebre del partido”. El planteo de Gareca no deja dudas. Los primeros minutos Vélez los padeció. Desábato no podía afianzarse en el medio, quizás producto de un nerviosismo lógico en el juvenil, y la defensa pasaba sobresaltos por el sector izquierdo. En todo caso, podría culparse a Sebastián Sosa y a su impresionante atajada por el triunfo velezano. El uruguayo contuvo un remate fuerte y abajo, de esos que más les duelen a los arqueros, cuando el partido todavía estaba empardado. Si no quieren darle méritos a Vélez, para evitar mencionar el centro preciso de Insúa o el perfecto cabezazo de Cubero, pueden buscar fácilmente los motivos en los errores de los sanjuaninos. Poroto cabeceó con total comodidad en el borde del área chica. O en la sencillez que tuvo el Pocho para quedar mano a mano con Ardente, antes de definir con clase y categoría con su pierna menos hábil. ¿Acaso no fue una virtud fortinera ganar el medio campo con el juego de Romero y Desábato? ¿Fue decisión de Abal que Insúa se haya convertido en el eje del Fortín, jugando a la derecha y a la izquierda y casi siempre dando pases correctos? ¿Habrá llegado desde AFA la orden para que Copete entre en lugar de Pratto y gane siempre en sus desbordes por izquierda?

La expulsión a Alderete, que sucedió después de todos estos hechos, puede ser considerada como exagerada. Es cierto que no es violenta, pero el jugador en ningún momento intenta jugar la pelota y Peruzzi, víctima de la infracción, encaraba a la última línea sanjuanina. Lo que convierte en “exagerada” la sanción son las decisiones posteriores de Abal. Por ejemplo, las amarillas a Bella o a Sosa (de San Martín) fueron faltas más fuertes que la de Alderete. Para cerrar un pésimo arbitraje, la expulsión a Freire es un claro ejemplo de la famosa “compensación” que hacen los hombres de negro cuando saben de su primer error.

Lamentablemente, se le da mayor trascendencia a los reclamos sanjuaninos que al fútbol fortinero. Cubero y Dominguez han conformado una dupla central sólida, que tan solo muestra un defecto en el juego aéreo. Con el Capitán como central, la presencia de Peruzzi en el lateral derecho agrega una alternativa ofensiva. Papa recupera su nivel mientras el Pocho Insúa se convierte en la figura del equipo, a base de muy buen fútbol. Con los traumas de las lesiones, aparecen los placeres de los chicos. Al conocido Romero, se le agregó Desábato que copó la mitad de la cancha. Copete encontró su lugar en la ofensiva y Rescaldani suma confianza a base de goles. Cierra el trabajo Sosa, en el arco, siendo requerido un par de veces por partido y mostrándose firme y seguro. Bella, todavía tiene sus altibajos, pero intenta siempre desequilibrar y es una opción de remate con cada enganche. En esas virtudes se basa Vélez para volver a ganar y recuperar el terreno perdido. Por estos méritos tiene 27 puntos de diferencia con el segundo en la tabla de los promedios, obtuvo tres títulos nacionales y llegó a dos semi-finales en torneos internacionales en los últimos cuatro años. Así supera lesiones, sanciones o expulsiones. Solo por méritos propios.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).