A puro nervio

El partido ante Godoy Cruz fue una prueba que Vélez superó satisfactoriamente. Un encuentro que se jugó a puro nerviosismo desde antes del inicio, cuando se concretó el empate de Newell’s ante Quilmes. La ilusión y ansiedad de la gente, rápidamente se transformó en nerviosismo cuando el equipo no demostraba la superioridad esperada ante el Tomba.

El nerviosismo fue creciendo con el correr de los minutos. Exponencialmente luego del gol de los mendocinos. Vélez no generaba situaciones de riesgo. Insúa y Cabral estaban imprecisos. Los máximos responsables en crear el juego ofensivo del Fortín no tuvieron una buena noche y el equipo lo sintió. Bella por derecha tampoco desequilibraba y cada error de un jugador fortinero generaba el murmullo del Amalfitani. Conseguir el empate antes del entretiempo calmó los ánimos y motivó aún más a los jugadores. En la segunda etapa, si bien la calidad de juego no mejoró, se intentó llegar al arco rival de todas las formas. Con el juego asociado que proponían Cabral, Papa y Ferreyra, con arrestos individuales de Pratto o Bella, o pelotazos frontales de Dominguez o Tobio. Con una mezcla de todo llegó la ventaja y el festejo. Porque hubo juego asociado por la banda izquierda y algo de fortuna para que Ferreyra tome el rebote y pueda definir fuerte y alto.

No fue la versión más vistosa del Fortín. En la antigua discusión futbolera, Vélez es de los pocos equipos que demostró que sabe jugar “lindo”. El viernes, no se pudo por virtudes del rival. El Turco Asad pobló la mitad de la cancha y los volantes mendocinos corrieron muchísimo, impidiendo que Vélez pueda adueñarse de la pelota, controlarla y manejarla. Como dijo Gareca post partido, en este tipo de encuentros es donde el equipo tiene que sacar un plus, demostrar algo más. Y los Guerreros del Tigre lo hicieron. Con los grandes del fondo pero también, y quizás sea lo más importante, con los pibes del banco. Porque el ingreso de Brian Ferreira y Allione dio frescura al medio y no se achicaron ante el nerviosismo general del estadio. Pidieron la pelota, encararon, marcaron y corrieron los dos. También el ingreso de Sills, más cerca del final y nuevamente en una posición extraña, fue un importante aporte para sostener el marcador.

Una gran prueba de carácter, de compromiso, de actitud y de ambición mostró el equipo. Gareca lo destacó en conferencia. Dominguez, demostró lo importante del triunfo con un eufórico festejo de cara a la popular, sin cámaras cerca, cuando se retiraba al vestuario. Un triunfo importantísimo, no solo porque deja al Fortín solitario en la cima del campeonato de cara a la recta final, sino por el tipo de partido que ganó. El mismo tipo de partido en el que algunos rivales directos no pudieron conseguir la victoria.

Por Alejandro Germino (@alegermino en twitter).