Desde la Platea Norte: palo bonito

Pocas veces en la vida uno es capaz de vivir y ver hazañas en vivo. Esta vez no fue el caso. Vélez fue un flancito de dulce de leche. Con crema. Vélez ganó de casualidad, con un penal que no le cobraron, dos tiros en el travesaño, goles faltando 5 minutos y jugando mal. Vélez ganó a lo Boca. Puaj.

Durante el primer tiempo, anduvimos mejor nosotros. Pero seamos sinceros: si te pisa y te toquetea la pelota AHUMADA, merecés perder automáticamente. Bella fue un desastre. Parece que ya se le acabó esa racha de “tirar mal un centro y hacer el gol” y merece comer banco. Otro tema también fue la cancha de All Boys, que estaba más rota que Piatti. Además es muy chiquita, ponele que entre Matos y el Gordo Pratto ya te ocupan 1/4 de la cancha.

El segundo tiempo fue distinto. Nos salvaron los palos. Lo irónico hubiera sido que Montoya le hiciera un gol a Sosa. Pero más allá de eso, safamos de casualidad y con All Boys jugando mejor. También estuvo el penal de Domínguez que Pezzotta no cobró. El uruguayo Sosa se trajo la suerte mística bostera a Liniers. 

Mientras All Boys se perdía goles inexplicables, el Chucky Pereyra seguía tirando la pelota a cualquier lado cuando quedaba cerca del arco de Cambiasso. Pero a los ’41, el Oso Pratto y Peluche Allione tiraron una linda combinación para que el pasante de Olé de Vélez pueda titular “Oso de Peluche”, y Pratto puso la historia 1 a 0. Ni hablemos del vergonzoso festejo del gol por parte de nuestro técnico. Un DT tiene que ser una persona prudente, con la mente fría, con la seriedad de un tipo como Falcioni que no festeja ni la navidad. Para gente que se revuelca en el piso ya lo tenemos a Cerro.

Obviando el papelón del festejo, en los últimos minutos Vélez se adelantó y terminó haciendo un gol más que a nadie le importó: de hecho hubiera sido más épico que el partido termine 1 a 0 con un gol faltando 5 minutos. Egoísmo del Chucky Pereyra.

Después del partido, los periodistas y demás personajes del mundo del fútbol empezaron con la campaña “Mufiemos a Vélez” y ya lo dan casi como campeón. Eso no es bueno. Por lo pronto, mis secuaces platenorteños ya están preparando un recibimiento criminal, violento y lleno de escupitajos para Unión y Pumpido. Quedan dos semanas más de sufrimiento, aunque lo más triste claramente va a ser tener que festejar goles de River o de San Lorenzo, próximos rivales de Lanús.

Aclaración: esto es una columna de humor, no soy un cuervo infiltrado, y de hecho la mayoría de las veces el autor no coincide con las opiniones del personaje. Abrazo fortinero. 

Por @PlateaNorteCAVS