Cantero es nuestra bandera

Este post va dedicado al presidente de Independiente, Cantero y al simpatizante “común”. Tómense el tiempo de leerlo, muchos van a estar de acuerdo conmigo. Las imágenes que se vieron el Miércoles en Avellaneda son una postal del fútbol argentino, un fútbol que alguna vez fue visitado y disfrutado por la familia pero que por estos días sólo es para unos pocos, cuando no, para los valientes.

Cada vez es más arriesgado ir a la cancha. Desde mi experiencia personal, Vélez no es un club en donde se podría decir que la barra tiene un gran poder, aunque lo tiene, si no, miren el documental hecho hace unos años atrás por un periodista europeo (no recuerdo su nacionalidad) en donde se intentaba retratar el manejo de estos “hinchas” en el país y justamente los protagonistas fueron los del Fortín, que prácticamente tenían las llaves de todos los sectores del club.

¿A dónde tiene que llegar la violencia para que los dirigentes, nuestros representantes, hagan algo? Sinceramente no lo se. Ya hubo muertos, heridos, suspensiones, no sólo estoy hablando de la institución de Liniers si no en todos los clubes, y nadie hizo nada, hasta “HOY”. En este momento de la historia tenemos a alguien que dijo basta y se plantó contra estos sujetos que dicen amar los colores, ese hombre es Javier Cantero.

Muchos presidentes dicen darle su apoyo. ¿Qué es eso? ¿Creen que con un llamado telefónico se van a ir estos delincuentes de las canchas o que el pobre Cantero va a sentirse más tranquilo? No, acá necesitamos acciones, como las que está realizando este valiente que, aún amenazado, les corto los “víveres” como se dice. También es importante que las autoridades nacionales y provinciales dejen de mirar para un costado y de una vez por todas ejecuten, porque ellos tienen la capacidad, no así la necesidad. Prefieren proteger a estos maleantes a sanear el espectáculo. ¿O creen que nos olvidamos de “Hinchadas Unidas Argentinas”?

La policía, como siempre, merece un párrafo aparte. No creo que sólo yo sospeche que si quieren encuentran a cada uno de los barras. Ayer, después del partido, arrestaron a dos de estos “hinchas”, pero como siempre son los que suelen llamarse perejiles, pichis, aquellos que son usados como chivo expiatorio hasta que pase la tormenta. ¿Cuándo van a agarrar a un “Bebote”, “Mauro Martin” y así sucesivamente? Todos sabemos la respuesta porque aún saliendo en las filmaciones, ellos “no estuvieron en la cancha”.

Es mi opinión, que a la luz de los hechos, los dirigentes tienen miedo y con mucha razón, pero es importante que lo pierdan, por el bien de todos. Por eso, sería trascendental que sumándonos a la gesta de este “Caudillo Rojo”, nos levantemos como hinchada y el domingo, antes de el partido contra Boca, aprovechando el marco y la posición en la tabla, le demos nuestro apoyo al presidente de Independiente con un “Canteeeero, Canteeeero”, para que no sólo él se sienta respaldado si no para que Miguel Calello, nuestro presidente, pierda este supuesto miedo, entienda lo que quiere “el aficionado común” y se sume a esta cruzada por el bien del fútbol y el espectáculo.

Por Nicolás Miguenz (@nmiguenz en twitter).