Arriba, Vélez

Momento crucial del Torneo Inicial donde nuestro glorioso fortín se encuentra una vez más en la disputa por el campeonato. Resaltan cuestiones para considerar y aspectos del funcionamiento que nos provocan serenidad sabiendo que ningún equipo del torneo es superior al nuestro.

Superado el tramo más complicado del campeonato, luego de dos derrotas consecutivas, el conjunto de Liniers hilvano tres victorias fundamentales. La corrección en las marcas, sobre todo en los laterales y la concentración necesaria para evitar ataques concisos de los rivales permitieron ajustar los goles en contra recibidos tempranamente y ponerse a tiro de la cima.

De este modo, el equipo volvió al ruedo de plantarse con la posesión del balón y exigir al rival a tomar recaudos constantemente. De las últimas tres victorias solo recibió un gol en contra el conjunto de Gareca. En la puerta de la decimocuarta fecha, se alcanzo una regularidad considerable enaltecida por la goleada 5 a 1 del último sábado. La entrada de Sebastián Sosa en el arco con buenas intervenciones y de gran juego con los pies, la carga de obligación de la última línea, por las desatenciones frente a Colon y Newell´s, son puntos claves en la remontada.

Ofensivamente, también encontramos renovación y compromiso. Por un lado la libertad de Pratto para jugar por la bandas libremente, bajar para rebotar, aguantar para la subida de volantes y laterales, permitiendo también un alivio para las marcas que rodean constantemente a Insua, que de poco recorrido, necesita de alguien cerca para descargar y agilizar ese juego vertical que acecha Ferreyra, que demostró que mientras los ataques sean a fondo está preparado para liquidar, intratable dentro del área. El compromiso que hice referencia, lo quiero remarcar por un lado en Cabral por que siempre está dispuesto a recibir y acompañar en ataque al igual que Peruzzi pese a que no le termina de encontrar la vuelta a la posición de volante. Y en segundo lugar en Lucas Romero sobre todo, el pibe reemplazante de Cerro en varios partidos, con una serenidad llamativa maneja con mucho criterio la pelota, lo que permite un desmarque de los demás volantes. En el descansa ese segundo pase de los defensores y jugando a dos toques genera dinamismo en una zona del terreno siempre tan disputada. Un problema para el tigre Gareca, pero un problema airoso, porque significa que muchos jugadores pueden ser titulares en el once de Vélez. Gratifica que los jóvenes respondan de esa manera.

Disputar únicamente en este semestre solo el torneo local, posibilita centrarse de lleno en el rival próximo, no hay viajes entre medio ni ambiciones de otro tipo. Es focalizarse en cada partido asumiendo que quedan seis juegos, disputar compenetrados que somos candidatos al título, que nadie es mejor que Vélez y que somos mejor que muchos. Quedan partidos duros como todos, el futbol argentino sobre todo es eso, duro y parejo.

En los próximos diez días se jugaran tres fechas, a seguir por el rumbo victorioso Fortín con el compromiso total de entrega para pelear, disputar y sobre todo jugar buen futbol hasta el final.

Por Tomás Fernández.