¡Arriba!

No es el momento de deternerse a lamentar nada. Queríamos fervientemente ganar, por el momento, por el rival y por la fiesta que se desató en Liniers esperando ese triunfo. Desde los jugadores hasta los hinchas, hicimos todo para lograrlo, lo merecimos, y por eso ahora las explicaciones sobran. Vélez es el mejor equipo, hasta ahora, de este campeonato, y una injusta caída no logró desdibujar su imagen. Sólo habrá que mirar para adelante, hacer todo para ganar los tres o cuatro partidos que quedan y saber que, más allá del resultado, este equipo quedará en la memoria como el que supo desconocer la palabra transición para convertirse en ilusión.

Ferreyra dijo después de los goles que se perdió que no iba a poder dormir. Esa es una actitud propia de quien le importa realmente el proceso del que es parte. Pero será importante que el Chuky, y todos los protagonistas, entiendan que el dolor por el golpe recibido tiene que durar muy poco porque equivale a atarse a lo que pasó, y no tenemos tiempo para el duelo. Sólo faltan tres semanas, 21 días o poco más en los que se definirá el campeonato. Y estamos primeros, más allá de que haya dolido la derrota ante el equipo grande de planteo chiquitito, los goles perdidos en el arco contrario o el que nos hizo el mercenario con códigos. A despertarse que somos líderes, y en el horizonte sólo asoma el duro All Boys, contra el que no se podrá ceder más nada.

Las únicas respuestas a todos interrogantes y la bronca deben ser el trabajo y la convicción. Vélez sabe que puede volver a ser aquel que se llevó por delante a River, el que no tuvo piedad con Arsenal… Este grupo tiene la esencia que lo mantiene primero al cabo de la fecha 16. A levantarse rápido y sin dudar, que es hora de tomar la iniciativa para escribir nuestra propia historia.

Por Marisa Pontieri (TyC Sports).